28.5.07

29 DE MAYO. EL ASESINATO


Dicen que el asesino siempre vuelve al lugar del crimen. Por eso cada año no faltas a la cita. Es en el Alcázar de Sevilla. Un día como hoy. Hace ya más de seiscientos años...
Paseando por el interior del Palacio volverás a encontrarte con rincones que conoces de sobra. Seguro que un día como hoy, algún guía volverá a contar la historia:
“Estaba el rey Don Pedro en Sevilla en su Alcázar, veintinueve días del mes de mayo de este dicho año y llegó allí don Fadrique, maestre de Santiago, que venía de cobrar la villa y el castillo de Jumilla, que es en el reino de Murcia. Y el maestre llegó a Sevilla el dicho día martes por la mañana a hora de tercia, y halló que el rey jugaba a las tablas en su Alcázar, y cuando llegó le besó la mano y la de otros caballeros que jugaban con él. Nada le hacía presagiar lo que iba a ocurrir. Fue entonces el Rey al cuarto que llamaban del Caracol a hablar con Doña María de Padilla, que puso triste cara cuando se enteró de las intenciones de Don Pedro. Mientras, el maestre Don Fadrique se llegó al corral del Alcázar y no encontró las bestias que parecían haber salido por una puerta que nunca se abría. Algo iba mal. Alguien advirtió al maestre de que algo malo iba a ocurrir. En esto llegaron dos caballeros al sitio del maestre, don Ferrán Sánchez y don Juan Fernández. Con voz temblorosa dijeron:
- “Señor , el rey os llama”.
Llegóse el maestre al sitio que llamaban Patio del Yeso. Allí estaba Don Pedro con unos ballesteros de la guardia de palacio. Silencio y cruce de miradas. En esto el rey habló a un ballestero y díjole:
“Pedro López, prended al maestre de Santiago”.
Con dudas el ballestero asió a don Fadrique diciéndole:
“Sed preso”.
El terror se dibujó en sus caras cuando el rey volvió a hablar:
- “Ballesteros, matad al maestre”.
Dijeron que no sabían hacerlo, cuando un consejero les gritó.
“Traidores, ¿no veis que os manda el rey?
Entonces los ballesteros alzaron sus mazas contra el maestre, que se defendió como pudo, sacando su espada y plantando cara en el combate. Pero allí estaban Nuño Fernández, Juan Diente y Rodrigo Pérez, ballesteros que a fuerza de golpes consiguieron reducir al maestre. Al primer golpe siguió otro más. Ya en el suelo, fue herido mortalmente por las mazas de todos. Y fue el propio rey Pedro el que le asestó el golpe de gracia, clavándole su propia espada con los yesos de Mahoma como testigo. Y cuando el rey acabó con otro caballero que intentó huir, hizo más dura su leyenda. Fuera de sí gritó:
- “Disponed, la mesa aquí, encima del muerto”.
Y dicen que aquel día, el rey Cruel comió encima de la sangre de su última víctima....”
Un año más volverás al lugar del crimen. Te gustaría oír lo de rey Justiciero en lugar de Cruel. Parece que nada cambia. Hoy nadie entiende a los fantasmas...

22.5.07

22 DE MAYO. SANTA RITA


“El portón. Los arcos. (Para un andaluz la felicidad anda siempre detrás de un arco). Los muros blancos del convento. Los ventanillos ciegos bajo espesas rejas.”
Con estas palabras describía Cernuda la felicidad que nos espera tras la puerta de un convento. 22 de mayo, Santa Rita en tu almanaque. Te irás con Cernuda a un convento. A buscar el silencio. A buscar la felicidad. Quizás un imposible. Pero para nuestra protagonista de hoy nada hay imposible.
Hoy es el día del convento de San Leandro, el de las yemas, el de la pila del pato que un día robaron, el de los blancos muros y dulces sabores. Un convento con siglos de historia. Un lugar donde nada es imposible... Un azulejo de su fachada lo recuerda. Santa Rita. Sabemos que lo que se da no se quita, aunque los bancos y las financieras no se enteren... Entrarás a la iglesia. Hay algo del Islam en estos conventos: desde el exterior no te haces una idea del interior. Lo que era un blanco muro se transformará en la riqueza barroca de una iglesia. Retablos barrocos, vírgenes, pinturas... Al fondo el coro alto y el coro bajo, dos recuerdos de que el reino de la monjas agustinas no es de este mundo. Si parecen de nuestro mundo los dos santos juanes que están a izquierda y derecha, Juan el Bautista y Juan el Evangelista. Fue Martínez Montañés el que los sacó de un trozo de madera. Pero Alguien de arriba parece que los quiso sacar a este mundo. Y los dos trozos de madera parecerán cobrar vida uno frente a otro. Los disfrutarás. Recordarás a aquel escultor que miró a su obra y al verla tan real le dijo: “Habla”. Quien sabe... Igual se arrancan.
Porque esta tarde de mayo buscarás lo imposible. Será tu petición a una santa que verás vestida de negro entre flores, velas y rezos. Se llamaba Margarita y era italiana. Todos la conocen por Rita, Rita de Casia. Alguien te contará que vivió en el siglo XIV, que se casó obligada por las circunstancias y que soportó a un marido que le aplicaba lo que hoy llaman violencia de género. Toma ya. Una vida nada fácil. Rita enviudó y quiso entrar en un convento agustino. Aquí entra la leyenda. Al no ser aceptada fueron los ángeles del cielo los que la llevaron volando al interior. Y es que ya se sabe: para Dios no hay nada imposible. Delante de aquella imagen con su llaga en la frente podrás meditar sobre la dificultades de la vida.... Pide un imposible y espera, que todo llega. Si no, mira los años que llevábamos algunos esperando un título...y los que vinieron...  Para celebrarlo puedes comprar yemas en el torno. Abre la caja de madera y vuelve a recordar a Cernuda. Al probarla habrás besado los labios de un ángel. Para el que espera la felicidad existe. En tu ciudad. Puedes conocerla esta tarde en el convento de San Leandro.

14.5.07

15 DE MAYO. CULTO AL CUERPO


Por orden del Señor Alcalde se hace saber:
Que hoy 15 de mayo es declarado hispalense día del culto al cuerpo, según manda nuestra muy noble y leal memoria histórica.
Sevillanos todos y sevillanas todas:
Sepan que el culto al cuerpo no es nada nuevo. Comenzó hace muchos años en esta nuestra ciudad. Un día de mayo como hoy del año 1729 canónigos de la Catedral componían tibias, fémures, costillas, homoplatos, falanges (con perdón), tarsos, metatarsos e incluso la noble calavera de un antiguo rey, Patrón de la ciudad y Santo entre cosas. Se llamaba Fernando III. Los sevillanos y las sevillanas deben saber que aquel día se sacó su cuerpo de una caja de madera para trasladarlo a su urna definitiva en la Capilla Real de la Catedral, así llamada por ser panteón de Reyes. Los sevillanos y las sevillanas deben saber que aquel día se culminaba, con perdón, la construcción de un sueño. Ya saben: nada nuevo bajo el sol. Después de años de espera, los sevillanos y las sevillanas de antaño eran felices al ver a su Santo Patrón bajo la nueva urna de plata de Laureano de Pina, uno que ,dicen, fue un buen orfebre. Un día para recordar: misa votiva, la familia Real en Sevilla y por la tarde nada más y nada menos que una procesión. Todos juntos y bien avenidos. Y eso que decían que el siglo de las Luces fue un siglo laico, pero parece que a la familia de Felipe V le gustaba aquello de las varas, y al Consistorio de entonces tanto como al de hoy... Nada nuevo bajo el sol.
Los sevillanos y las sevillanas deben saber que entonces sí que se gastaba en procesiones, no como ahora. En la procesión de aquel año salió la Tarasca y los gigantes del Corpus y detrás más de treinta cofradías con su pendones. Eran otros tiempos. Ustedes saben que hoy esto no se permitiría. Y sepan que detrás venían todas las comunidades religiosas de la ciudad, cada una con la imagen de su devoción en parihuelas, que antes eran muy exagerados y sacaban a los santos para cualquier cosa. Sepan, sevillanos y sevillanas, que el ayuntamiento de entonces salió delante de la urna del rey Fernando, ya saben ustedes que eran otros tiempos Y junto a la urna del rey, la familia Real: infantes, príncipes y el mismísimo Rey, cada uno con una cinta de oro, una familia amplia y no como ahora...
Aquel día de 1729 se instaló definitivamente al rey Fernando en la urna de la Capilla Real. Sepan todos que fue el día del inicio de culto al cuerpo en esta caprichosa ciudad de Sevilla.
Por todo lo cual este Ayuntamiento dispone:
Primero que el día de hoy sea declarado universalmente del culto al cuerpo.
Segundo: que esta ciudad sea declarada del culto al cuerpo de las personas, título que, al parecer no tenemos...

Nota: cualquier parecido de este bando con la realidad es pura coincidencia...

7.5.07

7 DE MAYO. EL ENGAÑO


Reinaba en España su Católica Majestad Felipe II. Un letrero decía que quien no había visto Sevilla no había visto maravilla. Sevilla centro del orbe. Día en que se cometió gran bajeza, oh gran Sevilla, Roma triunfante en ánimo y nobleza...
Cuentan que aquel día de mayo de 1597 aquel honrado caballero salió decidido a dar un paseo por la ciudad. Era buen día para visitar el mercado. Allí vio a un hombre que vendía unos cuartos de carne tan hermosos que le dio ganas de comprarlos.
Preguntóle al vendedor que respondió con gran primor:
- ¡Mire vuesa merced qué carne de carnero, mejor no la hallará en el mundo entero...!
Agradóle la carne al caballero y encargo a su mozo que la comprara para el almuerzo. Compró el mozo la carne y cuando la llevó a casa halló que estaban asidas con una hebra de hilo entre las piernas. Aguardó que viniese el señor y con tono serio le narró:
- Mire vuesa merced que creo que hay engaño, pensamos en una cosa y carne nos dieron de otro paño.
Con cara de indignación, el caballero pidió una explicación:
- No puede, señor, ser más clara mi queja: no es carne de ternero sino de oveja.
De corrido y veloz tomó el caballero la carne y fue a casa del Conde y le contó el suceso. Este ratificó el engaño y prometió justicia al caballero, y echándole dos relaños, le aconsejó con esmero:
- No hay más que hablar, que a la justicia y a la Inquisición, chitón.
Al día siguiente volvió el caballero al mercado y encontraron al vendedor con la prueba del delito. Carne cosía de oveja, pregonando al mundo entero que aquella era carne de carnero. Un embuste de mucho fuste. Pero como eran tiempos de justicia el conde malhumorado prendió al vendedor desvergonzado y para aumentarle su pena lo cargó de cadenas. Que mentiras de día y pedos de noche, los hay a troche y moche y que las truchas y las mentiras, cuanto mayores, mejores. Fue el reo llevado a la cárcel, doscientos azotes fueron dados en sus espaldas y un peor escarmiento dio fin al tormento: a las diez del día salió el criminal a la calle. Le pusieron en el pescuezo el peor de los collares: dos libras de carne y paseo en burro.
¡Burro! gritaba la gente, ¡Burro más que burro!. Y tras el paseo de la vergüenza se culminó la dura sentencia: el afamado embustero fue desterrado de Sevilla, dice el cronista que esto alborotó a la gentecilla.
Todo ocurrió en mayo, un día como otro cualquiera. El día que un embustero acabó como un basurero, de su ciudad salió llorando y una lección iba dando: que el que a otro quiere engañar, el engaño en él se puede tornar.
Moraleja: en tiempos de electoral fiebre, que no le den gato por liebre...