2.6.15

PALA ATENEA



Del salón en el ángulo oscuro
De su dueña tal vez olvidada
Silenciosa y cubierta de polvo…
(Bécquer)

Del Mudéjar al Renacimiento. Un patio y una fuente. Dos miradas diferentes para una diosa verdadera. Cada una en un ángulo. Viendo la vida pasar desde dos perspectivas diferentes. Una porta todos sus atributos, escudo, casco y lanza, y otra está despojada de lo que fue postizo, quizás hasta sus propios brazos. Posiblemente un símbolo del tópico de la dualidad en la ciudad de las mil caras. Pala Atenea en dos ángulos de la Casa de Pilatos. Dicen que una puede ser del gran Fidias y que la otra es copia de taller, curiosa catalogación en una urbe en la que los alumnos suelen superar a sus maestros. Diosa de la guerra, de la civilización, de las artes, de la sabiduría, de la estrategia… Diosa de la habilidad, algo muy sevillano: estar en dos lugares diferentes pero en el mismo sitio al fin y al cabo. Como la mayoría de las pocas cosas que en el mundo importan, sus orígenes fueron difíciles: una hija partenogenética de Zeus, Dios de dioses, un nacimiento en el que Atenea nació completamente armada de la frente de su padre, después de haberse tragado a su madre. Un trauma. Como el de la ciudad de los traumas. Una diosa que jamás se casó ni tuvo amantes, una virginidad perpetua en la ciudad de las vírgenes. Incansable luchadora, ni el mismísimo Marte fue capaz de vencerla. Atenea la pensativa, la de los dos ángulos, está resguardada por miles de miradas. Hasta cuarenta y ocho ojos hay a sus espaldas, galería sin fin, los de bustos romanos y españoles, los ojos de Trajano y los de Tiberio, los de Cicerón y los de Carlos V, los de Vespasiano y los de Calígula, los de Aníbal o los de Escipión el Africano.  Ojos para el patio de un Pilatos que nunca estuvo en Sevilla, aunque tuvo quien le rindiera culto como creador de la Semana Santa… Ojos de Pala Atenea que miran al Dios Jano de la fuente central, el de las dos caras, paz y guerra, pasado y futuro. Es difícil encontrar un lugar donde se concentren más metáforas de la ciudad, más metáforas de la vida. Ojos para un patio que vieron el rodaje de Lawrence de Arabia, de La conquista del paraíso o de El Reino de los cielos. También de Knight and Day. Ya pasó el tiempo de los caballeros.  En un paraíso de arte y de historia, de azulejos y de mármoles, la Diosa de la inteligencia se permite el placer de mirar a la vida desde dos ángulos, principio y final, frontal y trasero, lado bueno y lado oscuro, permitido y prohibido. Cernudiana existencia: ya dijo el poeta que los placeres prohibidos son los mejores…

No hay comentarios: