14.4.15

LAS LOCAS DEL VOLANTE



Por primera vez, conducían ellas. Ya era hora. Aquel año 1924, en Sevilla se fundaba la hermandad de los Estudiantes; en Madrid, Primo de Rivera eliminaba el parlamento y en Europa Lenin daba nombre a la antigua ciudad de Petrogrado. De Pedro a Vladimir. De Sevilla a París. Vestidas con la moda de la época fueron retratadas por Enrique Orce, el creador de toda una estética en los azulejos de la Plaza de España. La ciudad se ponía coqueta para la Exposición Iberoamericana y las mujeres miraban a la capital del Sena para quitarse definitivamente el rancio aroma de provincias. Moda parisina. En la Feria y en un azulejo para vender una marca de coches, el Studebaker, con sus seis cilindros anunciados. Fueron retratadas para situarse en la entrada a un conocido local de la época, el Sport, bar y centro de numerosas  tertulias de la época, dirigido por el conocido Pepe “el del Sport”. Fue Vicente Aceña, delegado comercial de de la marca de coches, el promotor de la obra, un gran lienzo de azulejos de casi cinco metros pintados con la técnica del aguarrás en la fábrica de Viuda e Hijas de Manuel Ramos Rejano. Un retrato de una época. España bajo lo que algunos llamaron una dictablanda. El mundo viviendo los llamados felices 20. Mujeres que acortaron su falda, que fumaron y que recortaron su pelo a lo garçon. Faltaba una década para que pudieran votar como los hombres pero ya conducían coches de seis cilindros seis, como las mejores tardes de toros. Pamelas y estolas de visón para unas mujeres que se comían el mundo el año que Coco Chanel lanzaba su primera colección de cosméticos. Libres e independientes, jóvenes y despreocupadas, paseaban por un imaginario jardín en el que aparecía la célebre estatua del Pensador de Rodin. Otra influencia parisina que aquí no triunfó en la hermandad de las Cigarreras. Una de las chicas lo señala y parece explicar la lección correspondiente. El pensamiento y la reflexión son la base de la libertad, que no es masculina sino femenina. Poco importaba que, durante mucho tiempo, en la antigua calle de los Colcheros, hoy Tetuán, la dirección de los coches fuera la contraria a la de este Studebaker de seis cilindros. Sus conductoras ya sabían que iban en contramano. Hoy siguen provocando todavía más: la calle es peatonal. Alguien las llamó en sus orígenes las locas del volante. Símbolo de toda una época. Fueron retratadas en 1924, el año en que se fundaba  la Metro-Goldwyn-Mayer, como resultado de la fusión de Metro Pictures, Goldwyn Pictures y Louis B. Mayer. Tiempos de cine en blanco y negro. En la calle Tetuán, un grupo de cinco mujeres empezaban a vivir un guión propio.