22.9.08

23 SEPTIEMBRE. CHARANGA Y PANDERETA


Año 1845. Llegaba a Sevilla Louis Adolphe Thiers, el político historiador más influyente de la Europa de su tiempo. Como todo buen visitante ilustre a la muy noble y muy leal ciudad, vino cargado con esa especial aureola de importancia que se da al que viene de fuera. Se movilizaron las fuerzas vivas del lugar para mostrar lo mejor de una ciudad y para rendir pleitesía y agacharse hasta las posiciones más indignamente habituales en este tipo de casos...
- No era para menos-, decían en los influyentes círculos de la ciudad- ¡El Gran Thiers!.
A saber. Gran historiador y político. Nada menos que primer ministro de Francia tras la caída de Calos X, motivada, en buena medida, por un artículo suyo. Nada menos que un ministro del Interior francés que después también lo fue de Asuntos Exteriores. Pero no sólo eso. Thiers era también gran intelectual, académico y escritor. En aquellos día trabajaba en su gran obra, El consulado y el imperio. Quizás demasiadas ocupaciones para alguien tan veleta: atacó a la monarquía, se alió con ella, estuvo en la izquierda y también en la derecha.
Había llegado a Sevilla la tarde del 20 de septiembre. Se hospedó en la posada Europa, en la calle Gallegos. Hasta allí se encaminó lo más selecto de la ciudad para mostrar sus respetos. Nulo empeño. El gabacho no atendió a nadie. Incluso un concierto preparado por sus compatriotas fue recibido con bostezos e indiferencia. Porque Thiers venía a lo que venía. López Cepero cuenta a qué dedicó el día 21 de septiembre: “Estaba dispuesta una novillada y concurrió a ella dicho personaje, rodeado de gente juglar y baladí, muy poco conforme a la categoría que se le supone, y con esta chusma pasó toda la noche en un corral de la calle Jimios, entre gitanos y mujerzuelas, lo más asqueroso que se usa en las fiestas de candil a que sólo aun entre la gente canalla suele verse algún día de campo, estando desterrado en todo lugar y tiempo de la gente de mediana educación y decencia”.
No fue juerga corta. Nada menos que tres días anduvo el ilustre invitado entre el puterío congregado en el famoso corral de Jimios. Corrió el mosto y otros néctares menos decentes, destacando todos los presentes la alegría de tan egregio invitado, que llegó a hacer “cosas ajenas no ya de persona de muy alto rango, sino de todo hombre de regular educación...”. Mientras, la intelectualidad sevillana buscaba a Thiers para enseñarle el museo, las academias, el liceo filarmónico y otras tantas grandezas de la ciudad. Vió la catedral, con retraso y a regañadientes. Regresó a Francia seis días más tarde. Apenas se despidió, pero muchos vieron en su rostro la sonrisa de la satisfacción.
Sevilla eterna: vino, toros, putas y juerga... Todavía no se había inventado el AVE.


A Jesús Cotta, que entiende de tópicos y de amistades

14 comentarios:

Rascaviejas dijo...

Aparte de recomendar el libro "Topicario" de Jesús Cotta, pueden aprovechar para hablar de tópicos. ¿Cuáles son los tópicos de la ciudad? ¿Los antiguos? ¿Los modernos? ¿Los falsos? ¿Los requetefalsos? Piensen y opinen que ésta es tierra de opinión...en la barra el bar (primer tópico para abrir boca).

ANTONIO SIERRA ESCOBAR dijo...

fablando de topicazos, la televisión nacional tanto como la pública, solo nos saca en los telediarios cuando somos noticias a cuenta de las farfulladas impresentables de los dueños de nuestros dos primeros club de futbol. La famosa "gracia" de Sevilla, aprovechada por todos los régimenes políticos bajo el topico de la Giralda, el traje de flamenca y los toros. Ay, profesor mi profesor

La gata Roma dijo...

A más de un guiri se lo he dicho “bueno, hoy voy en vaqueros, pero generalmente en Sevilla vamos todo el día vestidas de flamenca” Lo he dicho con tanta seriedad en mi rostro que he visto la ilusión en el del interlocutor; tiene que parecer genial el tópico de volantes a todas horas… Pobres diablos.

ciriovirgen dijo...

Otro de ellos es que los sevillanos, a donde vayamos tenemos que saber cantar y montar una juerguecita flamenca.
Recuerdo una boda en Madrid, en la sinagoga para más señas (Boda judía), ya en la celebración, una vez que el Dj había puesto todas las canciones pachangueras del momento dijeron algunos, "bueno, ahora los sevillanos que empiecen con el flamenquito, ole". Los cuatro o cinco que íbamos de aquí no sabiamos donde meternos, con doscientas personas pendientes de que empezaramos.
Por supuesto, los decepcionamos.

ciriovirgen dijo...

Por cierto, vaya elemento el Thiers este.
Veleta, interesado, putero, boracho vicioso...
Este lo que era es un golfo de tomo y lomo.

el aguaó dijo...

Bueno querido Profesor, en primer lugar felicitarte por el cambio de look de lugar y la fotografía que ahora adorna su perfíl.

En segundo lugar, destacar que la juerga que se despachó el francés era un signo de lo que estaba por lelgar para muchos.

Y de tópicos andamos servidos. Desde el juego de pelea del Street Fighter de cuando era chico, qu nos sacaban siemrpe vestidos de flamenco y gitanas, hasta muchos de los países del primer mundo actuales, que siguen pensando que estamos de juerga día y noche los 365 días del año.

En fin, ya se sabe, el tópico de capillitas meapilas, juerga, feria y toros.

¡Qué grande eres profesor!

Un fuerte abrazo.

P.D. No se me olvida que te debo algo... pero la pata de un romano esá rey pa' como estoy yo de liao.

Lorenzo Blanco dijo...

¿Se acuerdan de aquella canción de Paco Herrera titulada "Típicos Tópicos"?:

"En la tópica vieja Europa
y hasta creo que en el mundo entero
se creen que en Andalucía
todos los tíos somos toreros,
y que todo son pasodobles
y naranjos, y sombreros
y que nuestra historia fue escrita
por los Álvarez Quintero"

Saludos

eres_mi_cruz dijo...

la creencia impuesta y completamante estéril de que el sevillano es lo más gracioso del mundo entero es un error de planteamiento fruto de una irresponsable vehemencia o un supino desconocimiento...
ya que con un 99% de posibilidades el tío más gracioso del mundo nació en Cádiz...
restando sólo un 1% de que pertenezca a la alta burguesía barcelonesa.

Ranzzionger dijo...

Para tópicos lo de los escoceses con sus falditas, aunque nosotros tuvimos nuestro escocés "prototópico", que se llamaba Pepe.
Por cierto aprovecho la ocasión para darle 38 tironcitos de orejas. ¡Y que cumpla muchos más!

Anónimo dijo...

Ay, Manolito, ¿quién no ha soñado con vivir aunque sólo sea una noche, una juerga con lo más golfo y lo más canalla? Dime tú a mí que le apetecería mas al franchute una reunión con el cabildo catedralicio o una juerga de cante baile y al final rematar con unos buenos polvos. DE tópico nacing de paping, querido, la jodienda no tiene enmienda.Antonio

del porvenir dijo...

Pero al tio a ver quien le quitaba la papa tan grande que se pillaría. Imagínalo montado en un burro subiendo Despeñaperros y echando las curianas por la boca.

Zapateiro dijo...

Jajajajaja, muy bueno Rascaviejas, me ha encantado la historia. ¿Para qué andarse conrodeos? Vino a lo que vino y punto. Jajajajaja.

Un saludo.

el_camarlengo dijo...

Dijo Unamuno que los sevillanos somos fríos y sosos, serios, rancios, tirando a malojoso. Ése, creo que no se equivocaba...jajaja

Jesús Cotta Lobato dijo...

Gracias, don Manuel, por dedicarme esta entrada. No sé qué pensar de Thiers. ¿Habría buscado lo mismo en Florencia o en Colonia? El tipo, desde luego, no hizo en Sevilla lo que se esperaba de él, sino lo que él esperaba de Sevilla. Un abrazo, camarada