"Esta ofrenda
la ha hecho Balyaton, hijo de Numil y Abdelbahal, hijo de Numil hijo de Saul,
para Astarte, Nuestra Señora, porque ella ha escuchado la voz de su plegaria".
Todo se parece a todo. Parece un silogismo tautológico
pero es una frase que encierra una profunda reflexión. La repetía tu añorado
profesor de Historia del Arte y ha venido a tu memoria delante de una
estatuilla de bronce del museo. Dice el rótulo que representa a la diosa
Astarté. Como la que aparece en el llamado bronce Carriazo, muy cerquita. Está
sentada. Como las vírgenes fernandinas o la Virgen salesiana de Triana. Mira al
frente, como las vírgenes del Renacimiento. Su expresión denota una sonrisa
arcaica, algo inexpresiva, como las santas góticas de barro cocido realizadas
por Mercadante de Bretaña para la Catedral. Porta una peluca, como cualquier
Virgen de gloria del siglo XVIII. Ha perdido sus manos originales. Como la
Amargura. Está desnuda. Como la Venus sin rostro del mismo Museo Arqueológico.
Dicen que es de origen fenicio. Como el tesoro del Carambolo, lugar en el que
fue encontrada por Antonio Luque, un vecino de Camas, un hallazgo en medio del
campo, como el de la Hiniesta o el de Valvanera. Cuentan que representaba el
culto a la madre naturaleza, a la vida y a la fertilidad, la exaltación del
amor y de los placeres carnales. Como la Primavera. Refieren algunas biografías
del Hércules de la Alameda, no autorizadas por supuesto, que el héroe griego la
buscó en la ciudad y ella se escondió para no ser hallada. Pedro I y María
Coronel en versión clásica y apócrifa. Hércules se quedó a un lado del río,
fundando Híspalis. Astarté, para no ser menos, fundó Triana. Estaban condenados
a entenderse. Como la propia ciudad. Dicen que es fenicia, que fue hecha por
copistas, que imita modelos egipcios, que fue adorada por unos y rechazada por
otros, que era diosa del amor y de la fecundidad pero también de la guerra, que
podía posar desnuda o cubierta de velos… Como Sevilla. Cuando Balyaton, el hijo
de Numil y Abdelbahal, le pidió un milagro, la diosa se lo concedió. Y el
devoto fue agradecido y reprodujo su imagen para que se conservara por los
siglos de los siglos. El llamaba
Astarté a su diosa pero no sabía que era la Astoret judía, la Astartú acadia,
la Athar árabe, la Isthar mesopotámica o la Astar etíope. Una sola devoción y
mil y una advocaciones. Como la Virgen María en la ciudad de la Virgen María.
Otra tautología. De Astarté derivaría el término Stella. La estrella
castellana. Como la Virgen trianera del Domingo de Ramos. Delante de la estatuilla
has reparado en el gran ombligo de la diosa. Un ombligo del mundo en el que
mirarse. Como Sevilla: la más ombliguista de las urbes… Hay una frase que
debería rotularse a los pies de la ciudad: todo se parece a todo.
3 comentarios:
cheap oakley sunglasses
moncler outlet
ugg outlet
michael kors handbags
michael kors outlet clearance
michael kors handbags
michael kors handbags
michael kors handbags outlet
nike air huarache
ugg boots
ugg boots
cheap jordan shoes
ferragamo outlet
new balance shoes
jordan 4
michael kors outlet
jordan shoes
mont blanc outlet
cheap oakley sunglasses
cheap basketball shoes
20170813
check over herepop over to this web-site find thisclick this link here now have a peek at these guysimportant site
Publicar un comentario