“Como ya se consideraba cercano el parto de la reina, determinó el Cabildo Eclesiástico rogativas diarias por su feliz alumbramiento, y dos novenarios, el primero a nuestra Señora en su imagen de los Reyes, y San Fernando, en su capilla, y el segundo ante la imagen de Nuestra Señora de la Antigua, a que asistió la Ciudad en rueda plena y empezaron el 19 de octubre.
Llegó la hora deseada entre diez y once de la mañana del 17 de noviembre, dando a luz la Reina una Infanta, que fue inmediatamente bautizada por el eminentísimo cardenal Borja, patriarca de las Indias, en la pila que para este efecto condujeron a esta ciudad los RR.PP Predicadores, en la cual había sido bautizado su patriarca Santo Domingo. Y se le puso por nombre Doña María Antonia Fernanda, que la destinó el cielo para esposa del duque de Saboya Víctor Amadeo, cuyo feliz desposorio se verificó el 12 de abril del año 1750, con grande júbilo de estos reinos, siendo esta la octava persona real que vio la primera luz en Sevilla: habiendo sido la primera la infanta doña Berenguela hija del rey Don Alonso el Sabio, a que siguieron el rey don Fernando el IV, el Infante Don Felipe, su hermano, el rey don Enrique III y su hermano el infante don Fadrique, el infante don Alonso, hijo del rey don Pedro y el príncipe Don Juan, que lo fue de los Reyes Católicos Don Fernando y doña Isabel”.
Varias noticias en una. Sevilla, año 1729. Nacía una infanta, se bautizaba y se casaba al mismo tiempo. Hoy se contaría de otro modo...
Una cesante del tren de la bruja con peluca rubia de Pichardo en la pantalla de la televisión. Anuncio arriba, abajo y en un lateral. Números de teléfono bien remarcados. Mesa de consulta de podólogo de barrio, estampa de San Francisco Javier y cartas del tarot sobre la mesa. El espantapájaro comenzaría la historia antes de barajar las cartas incluso:
“Mira hija. Te va a costar trabajo pero vas a ser madre. Lo veo, lo veo... Pero vas a tener que poner varias velas. Unas blancas y otras negras. Yo ya me encargo. Parece que va a ser niña... O niño. Buen, eso da igual, a su casa viene. ¿Eres de Sevilla? Ah, sí, nacerá a los pies de la Giralda... ¿Cuántos hijos me dijiste que tenías? ah claro... lo veo, lo veo... Va a ser la octava que tengas. Niño o niña.... lo veo, lo veo...El bautizo rapidito... Claro, me dijiste que así te gustaba... ¿Y del amor? Va a ser muy feliz, lo veo, lo veo...Se casará pronto. Ah, que lo tenías previsto... lo veo lo veo...con alguien muy importante...Lo veo, lo veo...Un rey a palos... qué mejor que ser el rey de su casa... lo veo, lo veo... con nombre raro... lo veo, lo veo...Amadeo o algo así...lo veo, lo veo... tiene rima en consonante...lo veo, lo veo... ¿Cómo? ¿gilipollas yo? ¿A que te pongo una vela negra?”
Llegó la hora deseada entre diez y once de la mañana del 17 de noviembre, dando a luz la Reina una Infanta, que fue inmediatamente bautizada por el eminentísimo cardenal Borja, patriarca de las Indias, en la pila que para este efecto condujeron a esta ciudad los RR.PP Predicadores, en la cual había sido bautizado su patriarca Santo Domingo. Y se le puso por nombre Doña María Antonia Fernanda, que la destinó el cielo para esposa del duque de Saboya Víctor Amadeo, cuyo feliz desposorio se verificó el 12 de abril del año 1750, con grande júbilo de estos reinos, siendo esta la octava persona real que vio la primera luz en Sevilla: habiendo sido la primera la infanta doña Berenguela hija del rey Don Alonso el Sabio, a que siguieron el rey don Fernando el IV, el Infante Don Felipe, su hermano, el rey don Enrique III y su hermano el infante don Fadrique, el infante don Alonso, hijo del rey don Pedro y el príncipe Don Juan, que lo fue de los Reyes Católicos Don Fernando y doña Isabel”.
Varias noticias en una. Sevilla, año 1729. Nacía una infanta, se bautizaba y se casaba al mismo tiempo. Hoy se contaría de otro modo...
Una cesante del tren de la bruja con peluca rubia de Pichardo en la pantalla de la televisión. Anuncio arriba, abajo y en un lateral. Números de teléfono bien remarcados. Mesa de consulta de podólogo de barrio, estampa de San Francisco Javier y cartas del tarot sobre la mesa. El espantapájaro comenzaría la historia antes de barajar las cartas incluso:
“Mira hija. Te va a costar trabajo pero vas a ser madre. Lo veo, lo veo... Pero vas a tener que poner varias velas. Unas blancas y otras negras. Yo ya me encargo. Parece que va a ser niña... O niño. Buen, eso da igual, a su casa viene. ¿Eres de Sevilla? Ah, sí, nacerá a los pies de la Giralda... ¿Cuántos hijos me dijiste que tenías? ah claro... lo veo, lo veo... Va a ser la octava que tengas. Niño o niña.... lo veo, lo veo...El bautizo rapidito... Claro, me dijiste que así te gustaba... ¿Y del amor? Va a ser muy feliz, lo veo, lo veo...Se casará pronto. Ah, que lo tenías previsto... lo veo lo veo...con alguien muy importante...Lo veo, lo veo...Un rey a palos... qué mejor que ser el rey de su casa... lo veo, lo veo... con nombre raro... lo veo, lo veo...Amadeo o algo así...lo veo, lo veo... tiene rima en consonante...lo veo, lo veo... ¿Cómo? ¿gilipollas yo? ¿A que te pongo una vela negra?”
5 comentarios:
Jajajajajajaja, muy bueno.
Es estupendo que hagas reír así.
Un saludo.
Magnífico querido Rascaviejas... multidisciplinar al máximo y conjugando el presente con el pasado.
Genial otra vez. Vaya para voacé dos velas... pero blancas, de tramo de Virgen.
Un abrazo fuerte.
La foto impagable de uno de esos personajes que tanto han hecho por el desarrollo en los inicios de las televisiones locales. ¡Qué grandes comienzos de Canal 47! La Bruja Lola, el añorado Hepburn, los profundos comentarios de Nieto, hasta crecer y convertirse en Canal 69.
Pos su vacae el pelo a tosustede.
Por esaborio
Lola
Me ha encantado, sobre todo la primera parte. Cuantas cosas encierra la historia, detalles que tal vez conocemos, tal vez no, y que no nos deberíamos de perder.
La segunda parte es una realidad de la burlesca que se manteniente en torno a todo este teatro que se ha montado, poniendo como parapeto la historia y antigüedad del mismo.
¿Conoces la historia de Sancho de Castilla y Sandoval?. Son muy interesante los últimos descubrimientos.
Un abrazo
Publicar un comentario