1.12.08

1 DE DICIEMBRE. LA SEGUNDA OPORTUNIDAD

Un título que no olvidas de una serie de tu infancia. Sólo había un canal de televisión. Una enorme piedra caía en una carretera. Un coche se chocaba contra ella. Exceso de velocidad. Entonces aparecía el presentador, Paco Costas, y te contaba la posibilidad de una segunda oportunidad...
Quizás hay monumentos que se anticiparon a esta serie de los setenta. Sin duda, la iglesia del Divino Salvador es uno de ellos. Tal día como hoy de 1674 se ponía la primera piedra del templo barroco que venía a sustituir a la antigua mezquita musulmana. Reinaba Carlos II con la reina Mariana de Austria en España, se sentaba en el trono apostólico Clemente X, en la silla arzobispal sevillana don Ambrosio de Spínola y Guzmán y en el ayuntamiento don Carlos Ramírez de Arellano. Una primera piedra que se colocaba a las doce y media de un día que cayó en sábado, para más señas. Diversas monedas de la época acompañaron a la primera piedra de un templo diseñado por Esteban García y que contaba con las aportaciones de Bernardo Simón de Pineda y de Pedro Roldán. Apenas sabemos nada de aquel templo, aunque la pareja de artistas anteriores nos sitúa en una fábrica de columnas salomónicas que debieron de impresionar a los fieles de la época. Una obra efímera. Problemas de sustentación provocaron que el templo cayera desplomado (el Salvador siempre pareció imitar a la mismísima catedral) el 24 de octubre de 1679.
Hubo una segunda oportunidad. Los canónigos miraron a la catedral de Jaén como referencia y se pusieron en contacto con Eufrasio López, que supervisó un nuevo proyecto que acabó finalizando el gran maestro del barroco sevillano, Leonardo de Figueroa. En cierto modo fue un proyecto inconcluso. No se llegó a terminar su austera fachada hasta que llegaron los añadidos neoplaterescos posteriores y nunca se realizaron las dos torres campanarios del proyecto original. Vaticano y el Salvador, historias paralelas. La joya del barroco sevillano fue la más clásica y austera arquitectura acogiendo al barroco más espectacular y dinámico. Cayetano de Acosta en su plenitud. Sobrevivió a la pérdida de su carácter de colegiata en 1852, perdió bancos de coro y realizó obras de urgencia a fines del siglo XIX. Algo debía de ir mal...
En la madrugada del 13 al 14 de febrero de 2003 se desprendía una piedra delante del altar de la Virgen del Rocío, en la nave lateral izquierda. Señal de alarma. El Salvador se cerraba y se iniciaba un proceso de restauración sin precedentes, felizmente culminado en marzo de 2008. Juan Garrido en el recuerdo. Nueva oportunidad para el templo.
Te has vuelto a acordar de la piedra en medio de la carretera en el programa de Paco Costas. No es sólo el Salvador: Sevilla entera merece otra oportunidad.

16 comentarios:

Rascaviejas dijo...

Una segunda oportunidad que podría comenzar con la iglesia de Santa Catalina.

Juanma dijo...

Así sea...

Un abrazo, querido amigo.

ANTONIO SIERRA ESCOBAR dijo...

Santa Catalina -sin duda- la segunda oportunidad, sin duda. ¡ay, profesor, mi profesor!

Isaac García Expósito dijo...

Sí, a ver cuanto tiempo tarda el Salvador en pasar a manos del Estado.

Jordi de Triana dijo...

Si el monumento que se cae pasa a manos del Estado la segunda, la tercera y la cuarta oportunidad le llegan sin demora, cuando es una obra para Sevilla puede caerse lentamente que nadie levanta una mano para salvarla. Esperemos que entre todos consigamos que SANTA CATALINA recupere el esplendor del pasado.

Lorenzo Blanco dijo...

Según se lee en los medios, el Ayuntamiento de Sevilla, subvencionará a la Macarena con 300.000 € (o sea, 50 kilos) para la rehabilitación del Museo de la Basílica y la instalación de un punto de información turística en el recinto.

Me parece tela de fuerte que el Ayuntamiento, con dinero de todos, subvencione un lugar que será de pago, dentro de un recinto privado, y además moderno (mediados del siglo XX).

Mientras, Santa Catalina (Monumento Nacional desde hace casi un siglo), esperando que alguien haga algo por ella.

El 12-D, hay una concentración en Santa Catalina a las 21 horas.

Saludos

Isaac García Expósito dijo...

Jordi, ¿piensa usted que el Estado es un supermán que va salvando al pópulo?

Rascaviejas dijo...

Eterno dilema. Santa Catalina es bien de la Iglesia. Una de sus casas. Y el propietario no la cuida, más bien deja que llegue a la ruina. Pero la iglesia no pone el dinero... Se podrían hacer lecturas demagógicas diciendo aquello de que tiene otras urgencias en las que intervenir. Cierto. Sólo a medias. Porque otras intervenciones no van por ese camino, desgraciadamente. Si aparece Papá Estado se puede caer en el mismo discurso. Con una argumentación más falaz todavía: el estado no debe intervenir en un bien particular de una institución y si interviene es para hacerlo de su titularidad y aprovechar su uso... otra argumentación demagógica. Porque se pierde el sentido de para qué se hizo una iglesia y cuál debe ser uso. Conclusión: sale perdiendo Santa Catalina. Y perdemos todos. ¿Tan difícil es encontrar una vía que aúne el culto público, el goce estético, el conocimiento histórico y hasta el rendimiento económico?

Pasión dijo...

Vaya por delante mis respetos a Santa Catalina.

En la Iglesia hay muchos/as hipócritas.

Vivo en una "aldea", de la Provincia de Sevilla, por supuesto sectaria del Psoe. Para casarnos, bautizarnos, etc... teníamos que ir a otro "barrio del Psoe".

Con todo esto quiero decir: basta que nos falte para que las gentes se movilicen y con la ayuda de los/as inestimables políticos/as socialistas, ¡una locura!. ¿Pero cómo se come ésto?. No lo entiendo.

Zapateiro dijo...

Rascaviejas estoy totalmente de aucerdo con Vd. Si no se gasta los duros la Iglesia, malo, si se los gasta a medias, malo; si ayuda el Estado, malo, si el grueso de la inversión es pública, también malo. Yo no veo qué sea tan difícil buscar puntos comunes de acercamiento, el problema es que al personal le encanta la demagogia y la doble moral.

Esperemos que entre todos forcemos a quienes deben velar por el patrimonio de nuestra ciudad.

Un saludo.

Isaac García Expósito dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Isaac García Expósito dijo...

Una Iglesia se erige como lugar de culto a Dios, para la liturgia. Allí se celebran los sacramentos.
No es un centro de interpretación ni una sala de exposiciones.

Si el Estado pone la pasta desnaturalizará Santa Catalina, entre otras cosas porque las administraciones públicas no miran actúan de acuerdo con el bien común.

Cuando hablo del bien común no me refiero ni a la suma de los bienes individuales, ni al bienestar, ni a la calidad de vida. Tampoco al bien del Estado, sino a otra cosa.

Como dice Santo Tomás, el Estado legislará de acuerdo con la ley natural para procurar el bien común. Es decir, el ejercicio del poder se tiene que ajustar a Derecho. La ley positiva es una determinación de la ley natural: fija las normas de derecho natural simpliciter y secundum quid.

Según esto, el Estado puede intervenir en beneficio de la Iglesia católica. La religión es un elemento constitutivo del hombre.

Ahora bien, ley natural, bien común, etc, son conceptos que o bien se les ha vaciado de contenido semántico, o bien se les ha cambiado su significado. Se han redefinido.

¿Consideran los legisladores el hecho religioso como un elemento constitutivo del hombre? Entonces, ¿por qué se quiere echar a la religión fuera del espacio público?

El Estado en general, y los políticos en particular, miran por su propio beneficio. No ver esto, es negar la realidad. ¿Dónde está aquí la demagogia?

La Iglesia tiene que intervenir en Santa Catalina. Y los católicos debemos ayudar a sufragar los gastos. No queda otra.

Anónimo dijo...

Bien por el bloguero San Isidoro. Siempre proponiendo una pizca de deseable heterodoxia.

Unos poquitos más de Castellanis en nuestra iglesia sevillana, aunque nos llamen fachillas.

Alberto García.

Anónimo dijo...

Quise decir ortodoxia por supuesto.



Alberto García.

arquillo de viejos dijo...

Muy buenas.

Permitidme que me una a los lectores asiduos del almanaque.

Espero poder coincidir el próximo dia 12.

Un afectuoso saludo al profesor y al resto de parroquianos

Anónimo dijo...

Muy buenas.

Permitidme que me una a los lectores asiduos del almanaque.

Espero poder coincidir el próximo dia 12.

Un afectuoso saludo al profesor y al resto de parroquianos