28.1.09

28 DE ENERO. EDUCACIÓN.

Ocurrió en un centro C.A.P. de la periferia. Actuación preferente que lo llaman en el difícil proceso de enseñanza y aprendizaje. Acababa de comenzar el segmento de ocio en la jornada lectiva. Un docente, desarrollando sus funciones tutoriales, didácticas e integradoras, se dedicaba a vigilar el cumplimiento por parte de los sujetos de aprendizaje de un desarrollo lúdico, integrador y propedéutico de su tiempo de ocio. Vamos, que el profesor vigilaba el recreo...
Sobre la barandilla del piso superior, el sujeto de aprendizaje X realizaba una conducta contraria a las normas de convivencia recogidas en el ROF, claramente sancionable con un apercibimiento de consideración discutible entre muy leve, tirando a moderada y ciertamente apercibible. La categoría no quedó muy clara en la última E.T.C.P., por lo que quedó relegada a un nuevo estudio y sometida a una comisión nombrada al efecto. Una acción poco integradora y bastante guarra. Vamos, que el alumno escupió grandioso gargajo desde las alturas, con peligrosas y negativas consecuencias para el resto de la comunidad educativa que transitaba por el piso inferior.
El docente, de Filosofía por más señas, se acercó con evidente enfado al sujeto de aprendizaje revestido de gorrita, varios gramos de oro en cadenas y anillos, chándal blanco y consabidas listitas negras. Harto de hacerle adaptaciones, recuperaciones y planificaciones le inquirió :
- “Niño: ¿qué has hecho?”
- “No he hecho ná”, respondió obtusamente el sujeto de aprendizaje.
- “¿Qué has hecho?”, volvió a inquirir el docente con insistencia evangélica.
- “Yo no he hecho ná...”, insistió el displicente con la consabida carencia de argumentos.
El profesor decidió acusar directamente:
- “¡Has escupido!”
- “¡Yo no he escupido!”, inquirió el diversificado alumno, negando la evidencia.
- “¡Tú has escupido!” volvió a repetir el abnegado profesor, cansado de aquella labor fiscalizadora propia de inspectores olvidatizas.
- “¡Yo no he escupido!”, volvió a repetir el alumno.
Envuelta en un grito de monumental enfado, la respuesta final del docente debió pasar a la memoria final de curso:
- “¡Pues si no has escupido... yo me cago en tu puta madre... pero no me he cagado en tu puta madre...”.
28 de enero. Santo Tomás de Aquino. Patrón de la educación. Cuando existía...

27.1.09

27 DE ENERO. FARFÁN

Pasaba la vida. Las ilusiones, los sueños. Pasaba la vida. La que el siglo anterior había comenzado en pleno barrio de San Bernardo. Calle Competencia, la antigua de los Ocho Hornos. Pasan la vida y pasan los nombres. Hoy es calle Marqués de Estella.
Pasaba su historia por delante de sus ojos. Su historia y también la Historia con mayúsculas. Como la Guerra de Cuba que le tocó vivir y las miserias pasadas en las campañas de África. El deber cumplido y el cumplimiento del deber de un soldado a la vieja usanza, con su galones y su botonadura dorada. El brillo viejo de San Bernardo en una tarde de miércoles Santo. La recordó aquella noche desde el mirador de San Juan de Aznalfarache. Era el mediodía de un día de enero de 1944. Sevilla todavía en sepia. El viejo militar como un diablo Cojuelo sobrevolando las glorias pasadas. Militares y musicales. Porque la suya fue una gloria musical. En sus manos, la gloria. Cuando le pasaba la vida recordó su lejano oficio de sastre y cómo después enhebró las agujas más finas de los pentagramas musicales. Todo ccomenzó en el hogar de San Fernando con don Manuel, el Font menos famoso que sería padre del padre de la más dulce Amargura. De Sevilla a Córdoba. Pasaba la vida. Pasaban los años. En la ciudad de los califas se convirtió en músico de segunda estudiando con el maestro de capilla Gómez Navarro. Pero él era de primera. Al volver de Melilla consiguió el ansiado título. Título para una realidad. Casi al final del siglo anterior volvió a Sevilla. Nueva banda, la del Cuartel del Carmen de Baños. Aires de cofradías y aires de viejos monjes exclaustrados. Viajó por toda España, pero casi veinte años después pudo volver a Sevilla. De Sevilla a Soria. Soria 9, claro. Años veinte. Sus mejores años. Los del regionalismo y los del costumbrismo. Los de su Semana Santa. La de Farfán. La que nació pasando. Pasando los Campanilleros. Siete Palabras en una cruz. Muchas más detrás de un manto bordado. Un músico que ponía fin a la más bella melodía. Pasaron campanilleros y pasó la Estrella Sublime, y la Virgen de las Lágrimas, y la Esperanza de Triana y el Amor de Cristo, y el Refugio de María. Refugio de pecadores. Su pecado fue la hermosura y el amor por una mujer imposible. La llamaban Sevilla. Cuando pasaba su vida por delante la contempló por última vez. Ritmo de tambor en su corazón. Un día de enero. Aires lejanos de pasodoble a Pepe Luis. Pasaba la vida. Pasaba Sevilla. En el Arco de la Macarena y en la Puerta de la Carne. Un tambor que dejó de sonar. Como un corazón. Moría López Farfán. Campanilleros por la laguna Estigia. Pasaba la vida. Pasaba la luz. Pasaba la gracia. Lloraba la Madre de Dios...

25.1.09

26 DE ENERO. SUELOS QUE PERDIMOS

(Foto de Antonio Sánchez Carrasco)
No es que hoy toque hablar de Romero Murube, aunque cualquier día del almanaque sería bueno para ello. En vez del cielo has mirado al suelo. Quizás sea por una historia que te contaba Carlos Ros. Un día como el de hoy de 1793 se terminaba el enlosado de la Catedral, los elegantes mármoles negros y blancos que llegan a nuestros días. Se acababan los ladrillos, las losetas irregulares y las lápidas dispersas. Se acababa también la figura del famoso “alguacil de los meados”, personaje curioso encargado de velar por las incontinencias urinarias de los más maleducados... ¿Antiguo o a moderno? Has mirado al suelo. Y has pensado que la historia de tu ciudad también podría escribirse en ellos. Incluso imaginaste una breve guía:
1. Suelo romano. De dos tipos. Opus tesellatum. Cientos de pequeñas piezas conformando un dibujo. Quizás el mejor mosaico esté en la calle Cuna, en la Casa de la Condesa de Lebrija. Opus sectile. Mármoles de colores cortados de forma geométrica. Suelo arrancado de su sitio y colocado en el Museo Arqueológico.
2. Suelo musulmán. De verdad. De auténtico barro cocido y auténtica olambrilla vidriada. (sí, ese cuadradito que tanto se imita en los chalés modernos...). Todavía encontrarás alguno original en los rincones del Alcázar. No podrás pisarlo.
3. Suelo medieval. Es de mentira pero te recuerda a otras épocas. La calle enladrillada tiene el nombre y el recuerdo. Taco de barro formando una auténtica espiguilla.
4. Suelo Renacimiento. No es un modelo de una casa de baños. Es la auténtica Roma en medio de tu ciudad. Es el mármol de verdad que contempla el Jano bifronte de la Casa de Pilatos.
5. Suelo auténtico. De barro y con pintura color almagra. Convento de Madre de Dios. Estarás en otro mundo y en otro suelo. Entre tumbas de mármol. La verdad existe hasta en los suelos.
6. Suelo de mentira. El que se inventaron para hacer de Sevilla una ciudad de postal. El clásico, tópico y sevillanísimo chinito. Ideal para barrio tópico o placita que se precie... Muy reñido con tacones y estrenos de Domingo de Ramos.
7. Neosuelo. Reinterpretación de viejos modelos marmóreos barrocos. Pincelada impresionista para ser pisada. Véase la restaurada Parroquia de San Bartolomé.
8. Suelo Cuéntame. Los 70 siguen vigentes. Combinaciones sicodélicas de rojos y blancos en losetas que un día poblaron Sierpes y que todavía quedan por algún rincón. Chipiona en Sevilla.
9. Tristeza norteña. La dichosa pizarrita que todavía subsiste en más sitios de la cuenta.
10. Suelo M. Más vale no seguir... Algo así como esa losetilla pretenciosa de la Alameda de Hércules. Nada que ver con un suelo monjil
Te has dado cuenta que la lista es interminable. Como la historia de tu ciudad. No sabes por qué pero sigues acordándote de suelos y del dichoso “alguacil de los meados”.

18.1.09

18 DE ENERO. FAMOSILLOS


“El 18 de enero murió en su convento de agustinos descalzos de Nuestra Señora del Pópulo Fray Santiago de la Visitación, a quien todos llamaban el hermano Santiago, que se ocupaba en pedir por las calles la limosna para el culto de la Santísima Virgen. Su humildad, pobreza y demás virtudes cristianas y religiosas le ganaron el amor del pueblo, quien luego que supo su fallecimiento acudió en tropas al convento pidiendo que lo manifestasen e impidieron su enterramiento. No esperaba tanto su comunidad, pero para satisfacer la piedad de los fieles lo expuso al público, y fue necesaria mucha vigilancia para impedir que le quitasen a pedazos su pobre hábito. Custodiaron el cadáver, que estaba de manifiesto en el féretro, religiosos de todas la religiones, quienes daban al pueblo flores y hierbas que le rodeaban y le tocaban rosarios. Fue innumerable el concurso que por espacio de tres días ocupó la iglesia, y al fin se pudo enterrar en la noche del 22 en el claustro grande delante de la puerta de la antesacristía, sobreponiéndole una gran losa de mármol con este epitafio:

AQUÍ YACE EL V.H.F. SANTIAGO FERNÁNDEZ Y MELGAR DE LA PURIFICACIÓN,
RELIGIOSO LEGO DE ESTE CONVENTO. MURIÓ DE EDAD DE 76 AÑOS CON FAMA Y CRÉDITOS DE SANTIDAD.
EN 18 DE ENERO DE 1794 SUS AFECTOS COSTEARON ESTA LOSA Y SEPULCRO.

Muchas limosnas recibió el convento con este motivo, y muchos devotos granjeó, algunos de los cuales promovieron que se escribiera la vida del hermano Santiago, lo que ejecutó el lector F. Antonio Cobián, y, vencida alguna resistencia que opuso el provisor en conceder licencia para que se imprimiese, al fin salió a luz bien compendiada con un estilo fácil y sencillo. También se hizo su retrato, que se conserva en su convento, y por él salieron estampas que se extendieron por toda la ciudad. El 3 de junio celebró su comunidad solemnísimas exequias, en que predicó el padre Fray Diego José de Cádiz, misionero capuchino, dos horas y tres cuartos, cuya oración se imprimió luego. Dijo la misa don Juan Delgado y Venegas, dignidad del tesorero y canónigo de nuestra Catedral, a quien acompañaron dos prebendados de la misma, de la cual fue el aparato y el servicio del altar, y la oficiaron los veinteneros y la capilla de música de la Colegial del Salvador, con la asistencia de la comunidad de San Agustín y del colegio de San Acasio”.
Corría el año 1794. Moría Fray Santiago como un líder de masas. Han pasado algo más de doscientos años. ¿Alguien conoce a Fray Santiago? ¿Recuerdas quien quedó finalista en el primer Gran Hermano? ¿Quién ganó la última entrega? ¿Quién ganó la segunda edición de OT? ¿Y la tercera? ¿Y la cuarta? ¿Por cuál vamos?...
...Famosillos.

15.1.09

15 DE ENERO. CIGARRERAS

Probablemente aquellos hermosos ojos no sabían lo que era la lectura. Todos eran enormes. Dicen que por el efecto del tabaco. Dos eran verdes y los otros cuatro negros. Y nunca habían leído. Por eso no sabían qué era eso del ludismo. Un movimiento que empezó casi un siglo antes para luchar contra las máquinas. No sabían las dueñas de aquellos ojos que las máquinas no eran sus enemigos. Pero entonces sí lo creían...
Año 1905. El año del Sevilla F.C. y de la cerveza Cruzcampo. Fábrica de Tabacos. Trompeta de la Fama contemplando cigarreras jóvenes y viejas en la calle San Fernando. Negras mantillas y sayas rosas. Frío de enero en la calle y calor insoportable en las naves de trabajo. Hombros y escotes desnudos. Faldas remangadas. Pechos al aire: tersos y flácidos, turgentes y escuálidos, de sonrosada juventud y de oscura madurez, lujuriosos y maternales. Sensualidades y maternidades mezcladas en un ambiente asfixiante. Puros, pitillos y picadura eran los culpables de aquella mágica y venenosa atmósfera donde cuatro mil mujeres y ocho mil ojos atendían las explicaciones del responsable de la fábrica. Les habló de la mecanización y de la nueva forma de trabajo, de nuevos aparatos para producir más y mejor. Aquello no gustó a las cigarreras, que vieron peligrar su oficio. Por eso tomaron la palabra. Ya dijo alguien que las cigarreras tenían más ocupadas las lenguas que los dedos. Unas lenguas temibles... Cuando “la Lola”, “la Rosario” y “la Carmencita” hablaron llegó a la fábrica de Tabacos el milagro del silencio. Rosario la de la Cava fue tajante:
- Aquí no vamos a consentí ninguna máquina. Servidora es capaz de hacer más de diez atados diarios. Quinientos puros pa quinientas bocas. Y no va a habé maquina que los haga mejores. Hasta ahí podíamos llegar. Y si ustedes quieren bronca, la van a tener...
La palabra bronca caló entre las cigarreras como el sudor entre sus escotes. Cuatro mil gargantas y la misma letanía:
- Bronca, bronca...
Aquello parecía no tener buena pinta para el encargado. Cigarreras gritando puestas en pie. Empujones y gritos hacia la calle San Fernando. Entre un mar de mantones y de bordados de Manila fue empujado a la calle. Ni la guardia de la entrada pudo parar la fuerza de aquella espontánea manifestación. Las cigarreras salían a la calle protestando contra las máquinas y pidiendo guerra. Y el encargado entre ellas. Por la calle San Fernando sólo se oía un grito:
- ¡Bronca, bronca, bron ca, ca brón, cabrón...!.
El encargado salió de allí como pudo. Aquella manifestación parecía salida de una antigua novela. Definitivamente, el tabaco perjudica seriamente la salud...


12.1.09

INVITACIÓN.


Pues ya saben. Martes 20 de enero, San Sebastián en el almanaque. Hotel Alfonso XIII. 20,30 h. Salón Híspalis. Salón grande para que quepamos todos. Porque pasaremos lista... A todos los que han visitado, han leído, han aportado, han leído, han sentido, han criticado, han disentido, han curioseado, han hablado o han callado, han recordado o han imaginado... A todos los que nos han acompañado en tantas entradas y recuerdos juntos. A muchos os pongo cara y a otros muchos no. Anónimos o reconocidos espero vuestra presencia el próximo día 20. A alguno hasta le debo un almanaque... Se presenta un libro que es muy vuestro y así tenéis que vivirlo. Se admiten sugerencias para que recordemos en la presentación... Servidor sólo quiere dar de nuevo las gracias. Sus manos siguen invitadas a pasar páginas.

9.1.09

9 DE ENERO. LA MULTA

Más de setecientos muertos. Niños, muchos de ellos. Civiles, otros muchos. Como si hubiera distinciones entre las vidas perdidas...Pero hay quien sigue hablando de intervención, de operación, de acción, de reacción,de justicia, de defensa, de mierda envuelta en el lenguaje bienpensante de nuestros días. Hubo uno al que le ocurrió protestar. Por la muerte de inocentes, que las teorías políticas quedan para otros. Camiseta de luto y grito callado de protesta ante la muerte. Las interpretaciones políticas quedan para los tertulianos desocupados e interesados en mantener la teta que les da de comer. Doctrinas rígidas e inquebrantables. Y el que protestó con la muerte fue multado. Con la tarjeta amarilla y con el vil metal. Tarjeta amarilla roja en los corazones. Ocurrió en un campo de fútbol sevillano, que más dan los colores ante el negro de la muerte... ¿Quién coño va a a multar a los que quitan la vida a los inocentes?

8.1.09

11 DE ENERO. PROHIBIDO ESCUPIR


Parece mentira pero era un letrerito que existía en los autobuses de tu infancia, los azules y rojos anteriores al naranja y al carmesí actual. Una prohibición impactante. Pero no era la única. Había otros rótulos con indicaciones como “Prohibido hablar con el conductor” o “Prohibido arrojar papeles al suelo”. Unas indicaciones que hoy te pueden chocar. O no. Porque las prohibiciones siempre indican una cosa: lo prohibido era lo común. O al menos existía. De hecho, a nadie se le ocurre prohibir algo que no existe. Hagamos historia:
11 de enero de 1512. Comenzaba en Sevilla un concilio provincial al que asistían representaciones de los obispados de Cádiz, Málaga, Canarias y Marruecos. El convocante era Fray Diego de Deza, el dominico que había llegado al trono arzobispal de Sevilla y que, al igual que otras localidades por las que había pasado, inició un amplio proceso de reforma pastoral en una época de demasiadas relajaciones y de bajísimo nivel moral. Una reunión en la que destacaron, sobre todo, las disposiciones relativas a la mejora del clero. Con numerosas prohibiciones y recomendaciones. Con una conclusión aterradora: si se prohibían tantas cosas... era por su general existencia. Veamos:
Se prohibía la tonsura clerical antes de los once años (lo cual indica que hubo tonsurados infantiles), se prohibía que los clérigos fueran armados (los sacerdotes con espadas y pistolas serían frecuentes), se recomendaba un hábito decente, sin colores estridentes ni sedas (con lo cual habría que ver el atuendo de algunos clérigos), se prohibían sus actividades en oficios prohibidos como el de rufián “que tiene mujeres públicas a ganar” (lo que demuestra la existencia de curas puteros e incluso chulos de toda la vida), se prohibía que los clérigos pudieran ser blasfemadores públicos ( lo que demuestra que algunas homilías serían muy dignas de escuchar), quedaban prohibidas las concubinas de los sacerdotes (lo que indica su más que generalizada existencia), se obligaba a los clérigos a conocer el latín antes de su ordenación (con lo que nos podemos imaginar las actuaciones de muchos curas dando misa, bendiciones y extremaunciones en un idioma que desconocían), se prohibía la existencia a los bautizos y a los matrimonios de sus hijos(lo cual, aparte de indicar su existencia, nos hace suponer que además muchos padres casaban y bautizaban a sus vástagos...) En fin, hasta sesenta y cuatro constituciones con todo lo que había que reformar, que mejorar y que prohibir... porque existía.
Si paseas por la calle Abades recuerda el refrán: “todos son tíos y ninguno padres”. Rememora los escupitajos del autobús. Y piensa cuanto letreritos y prohibiciones podríamos recuperar en nuestros días...

4.1.09

4 DE ENERO. CARBONEROS


Boteros, odreros, chapineros, herbolarios, lineros...
Oficios casi olvidados recordados en el callejero. Tienen tendencia a desaparecer: político de turno, cofradía de turno o asociación políticamente correcta de turno. No hay calle de carboneros, pero sí hay un curioso rincón que merecería ser declarado de interés antropológico: la plaza de San Martín, esquina a Morgado, calle insólita cargada de referencias históricas. Pero para historias las de su dueño, Luis el carbonero, personaje de la historia apócrifa de la ciudad. Un muchacho que conoció al doctor Vallina dando un mitin en la Alameda y del que aprendió una idea: ¿Qué se puede esperar de un pueblo que empeña hasta los calzoncillos para poder pagar los toros? Ideas combativas en la Sevilla de la República que defendía nuestro carbonero. Aunque, como tantos otros, combatiera en el lado de la España que le tocó. En esa España se contuvo cuando veía los resultados de una guerra que tanta amargura y tanta hambre sembró. Hambre que intentó arreglar jugando a Robin Hood, robando pan para dárselo a los pobres de una Sevilla de corrales de vecinos.
Ya en tiempos de paz, Luisito se instaló como carbonero en la calle Morgado. Historias de una España en blanco y negro, entre vírgenes de gloria y prostitutas de la calle Lerena. Esperanza Divina Enfermera y “la Divina” de la Europa. Memoria de putas tristes escritas en blanco y negro. El negro del carbón en un lugar cargado de leyenda. Decía Luisito que allí mataron a un hombre por celos. En ello, contaba, tuvo algo que ver el dueño de un avioncito de madera que colgaba en su carbonería, un lugar lleno de espejos para controlar a los clientes. Atracción de ferias para la distinguida clientela. Clientes que pagaban un día sí pero otro no. Y para todos tenía el carbonero una sonrisa, una broma, un chiste.
Durante décadas, junto a Reyes, la mujer de su vida, fueron dos pinturas negras cargadas de ternura que hacían el camino diario a su barrio de San Julián. Goya por el Real de San Luis. Y aunque el negro carbón tiñera ya sus canas, Luisito el carbonero siguió llenando de fantasías la mente de sus nietos: que una de sus heridas era por haber sido torero, que le hicieron un consejo de guerra, que en la carbonería había un tesoro oculto... Con el tiempo, cisco, carbón y petróleo pasaron a la historia. La carbonería cerró. Pero Luisito el carbonero siguió contando sus historias, siguió visitando a su Dios del Gran Poder y siguió sufriendo con su Betis.
Un día como hoy hizo su última broma. Se fue a ver al Divino Cisquero. Tiznao frente a tiznao. Frente a frente. Hablaron como aquellos que saben atender detrás de un mostrador. El de la propia vida. Ese año los reyes nos trajeron carbón. Del más dulce. Lo mandaba el mayor embustero de la ciudad...

2.1.09

3 DE ENERO. CARTA A LOS REYES MAGOS

“Queridos Reyes Magos: como este año he sido muy bueno, os quiero pedir:
- Que no llueva el día de San Sebastián (fiesta del pueblo). Ni el día de antes ni los dos días de después.
- Que no llueva el miércoles de ceniza... bueno, ni el jueves ni el viernes ni el sábado, que son días de quinario y luego va poca gente.
- Tampoco el domingo: se chafan función principal y comida de hermandad.
- El lunes tampoco, que es día de vía crucis y este año no me lo pierdo tampoco.
- Bueno, que tampoco llueva la semana siguiente, que es el Triduo de la otra hermandad. El domingo tampoco, que es día de función.
- Que no llueva ni el jueves siguiente, ni el sábado.. Chafaría varios vía crucis.
- La semana siguiente de sequía, por favor. Tenemos que trasladar diariamente los enseres a la casa hermandad y cuesta un huevo que los niños vengan en días de lluvia y así me zampo más trabajo.
- Que no llueva ni viernes, ni sábado, ni domingo siguientes. Son los días del besapiés y se pierde dinero con las estampitas...
- Os pido que no llueva en la semana siguiente, ni el martes (exaltación del barrio) ni el miércoles (pregón de mi colega) ni el jueves (meditación de un conocido) ni el viernes ( mi momento, el pregón de la peña).
- Por favor, ni el día del Maestranza (estreno blazier) ni el lunes siguiente.
- Semana de Pasión seca, por favor, que me entran ya los temores...
- Vísperas con sol radiante.
- Semana Santa sin una nube, que son días señalaítos.
- Domingo de Resurrección ni por la tarde, que tengo mis besamanos...
- Ni martes, ni miércoles ni jueves siguiente, que tengo mudás.
- La semana siguiente lo menos posible, que tengo prevista la asistencia a seis tertulias (si acaso el domingo, pero ya tengo faenita de feria).
- La feria que se salve porfa, que uno no es muy feriante pero se pierden beneficios en la caseta de la hermandad.
- Ni lunes ni martes de la siguiente que toca recogida.
- En mayo no puede llover ningún fin de semana (agenda de gloria completa).
- Junio seco en los días del Rocío desde la salida de mi hermandad el lunes y el regreso. Por supuesto que no llueva ni el jueves de Corpus, ni el domingo en Triana o en la Magdalena ni en el Corpus de la barriada. La procesión de enfermos e impedidos tampoco debería deslucirse.
- No es tiempo ya julio ni agosto, pero, por si acaso, os pido que no haya problemas el día de la patrona de la Archidiócesis.- En fin, para qué seguir... Os pido que el año sea de pura sequía... Así podremos organizar una procesión extraordinaria de rogativas para pedir que llueva...”.