31.7.09

30 DE JULIO. TERCIOPELO AZUL

(Foto: Antonio Sánchez Carrasco)

Una película. La de tu propia vida. Una Pasión con banda sonora. De cornetas y tambores cigarreros. Ambientada en un rincón del Arenal. Arenal de Sevilla. El de la cestería y el de los toneleros. El de los toros y el de las viejas putas. Cuernos y coronas. El de los viejos mareantes y el de viejos mareos tabernarios. El de los pícaros y rufianes y el del venerable Miguel de Mañara. Unos secundarios de lujo. Auténticos protagonistas para envolver la más hermosa escena. Escena de una película de origen lejano. 30 de julio. Año 1586. Cardenal Rodrigo de Castro. Daba guión al largo metraje de una nueva hermandad.

Siempre quisiste formar parte de aquella escena. El decorado tenía blancos y azules hospitalarios de fondo. San Jorge y San Fernando. La Fe, la Esperanza y la Caridad. Todas de fondo. Y tu escena rodándose en primer plano, sobre una hojarasca barroca tallada entre efluvios de mar y de alcohol. Sevilla, ciudad barroca. Tras los muros blancos, la otra verdad de la tarde. In ictu oculi. La muerte que acaba con nuestras vanidades en un abrir y cerrar de ojos. Como un rápido fotograma. El de la película coral. Con personajes que soñaste y que quisiste protagonizar. Unos años querías ser Nicodemo. Otros, José de Arimatea. Te prestarían la escalera para subir al madero. Con luz de noche americana bajo el cielo de terciopelo. Terciopelo Azul. Si el año estaba místico, te habrías subido a una cruz para consolar al Señor que te da la salud. Dimas o Gestas. El bueno y el malo, que también es el feo. Tres personas distintas y una película verdadera. La de tu Pasión. Con la mejor banda sonora. La escucharás esta tarde. Tambor roto para refugiarte. La muerte tenía un precio. Treinta monedas de una plata traidora. La escena en primer plano. El cielo y las túnicas se funden en uno solo color. Azul. Las trilogías quedan para otros. Aquí el Padre, el Hijo y el Espíritu huelen a muerte de cruz. Para transmitir Luz. Para ayudarte en todas tus necesidades. Esta tarde querrás ser secundario de lujo. Para transmitir el dolor. Para sentir la soledad. Será a los pies de un retablo de azulejos azul noche. Noche profunda del alma. Con el Hospital de la Caridad de fondo, sentirás que la película llega a su fin. Como todas las pasiones. Como todas las grandezas. Desde lo más profundo del decorado, un loco del Barroco interpretará su último papel. Cristo habrá muerto, pero siempre queda la última palabra. Palabra de vida y de luz en la noche. Sonarán tambores. Destemplados. Escena final de dolor. Memento homo. Con frase de cierre: ¿Qué importa hermano que seas grande en el mundo si la muerte te ha de igualar con los pequeños?


27.7.09

27 DE JULIO.QUEMADOS

En estas fechas puede ser cualquiera que se exponga al sol más de la cuenta. Ya no existe María Trifulca pero sí Matalascañas, o La Antilla o Punta, como dicen los más adictos al pijerío playero. También podríamos referirnos al nuevo síndrome, ya saben, vivimos en los tiempos en lo que todo es un síndrome. Además, políticamente correcto: llenas de mierda tu casa y te recuerdan a Diógenes... Basura clásica y filosófica. Hoy se habla del quemado profesional y, curiosamente, se corresponde con las profesiones que necesitan un mayor trato social: profesores, maestros, médicos, sanitarios... Quizás lo que más queme al ser humano, más que los tópicos cuarenta grados, sea el propio ser humano. El hombre es una llama para el hombre. Chicharrón de la calle Feria en pura filosofía...

Pero la historia añade otra profesión. El sevillano más quemado del año 1620 fue un actor. Siglos antes que Alfredo Landa le había dado por interpretar a un tal Onofre. El lugar era el teatro El Coliseo, unos de los grandes centros teatrales de Sevilla. Tal día como hoy vivió un pavoroso incendio.

Se representaba la obra San Onofre o el rey de los desiertos. Serían las ocho de la tarde y la función había sido un éxito. Entonces llegó el fuego de la tragedia: “El humo, la confusión , voces y llantos, particularmente de las mujeres, fue tan grande que unas se arrojaban de las ventanas, otras de los corredores y otras caían desmayadas medio muertas; fue mucho mayor el daño que la turbación les causó que el que el mismo fuego les pudiera hacer... No perdieron la ocasión los ladrones, antes más animados de codicia que de lástima, hubo algunos tan atrevidos que entraron dentro del corral, antes de que el fuego estuviese apoderado de todo, y viendo a las mujeres en el estado que se ha dicho, en lugar de sacarlas del peligro les quitaban las joyas y lo que podían, sin que a esto pudieran dar remedio los que lo veían...”.

Una vez más el hombre fue un lobo para el hombre. Se tardó más de un día en apagar el incendio y en sacar a las víctimas atrapadas bajo los escombros. Murieron más de veinte personas. Aunque un osado actor logró escapar de la muerte. Era el protagonista principal, vestido de Onofre el Santo, el anacoreta de la plaza Nueva. Dicen que luchó contra el fuego como un auténtico titán. Con esfuerzo logró salir de allí. El inconveniente estaba en que iba vestido para la función, desnudo, con una simple mata de yedra como paños menores. Después de la desgracia tuvo que soportar las bromas y las risotadas de los muchachos que corrían detrás de él. Lo persiguieron hasta su casa. En el interior y en el exterior.

No ha habido actor más quemado en la historia de la ciudad...

23.7.09

24 DE JULIO. LA CUCAÑA

Días señalaítos. Nada de anuncio de compresas. Costa sevillana. ¿Qué tendrá Marbella, qué tendrá la costa, que aquí to el que llega, aquí se coloca?. Colocados en fila. Er Juani y los demás. Quince sujetos de aprendizaje LOGSE. Quince tatuajes, llevo tu nombre grabado en una esquina de mi piel. Barco encallado y empalmado que no lleva a ninguna parte. Hay que coger el banderín. Si, prisas. Poquito a poco entendiendo, que no vale la pena andar por andar que es mejor caminar que ir corriendo. Alguien unta el palo de sebo, lo lubrica en la imaginación de los quince sujetos de la ESO. Canal 47 en el imaginario colectivo. Er Yoni cae el agua. Se humedece el Yoni, el lingum y el potorro del kamasutra sevillano. Cuando el rey don San Fernando llegó, se peguntó ¿dónde está mi Betis? El siguiente. Otro bañador de palmeras. Acelera un poco más, toma el veneno que llevo dentro. Cani al agua. Por la raja de una falda se dio un piñazo y no había SEAT Panda. El falo de madera vuelve a ser untado y no de dinero. Prime junto a Triana. Que no falte la higiene de Rivero. Jet Extender versión diurna. El tercer bañador de palmeras, con sus abdominales de tableta de chocolate, cae al agua. Agua que no has de beber, niño deja de correrte... Propaganda de El Monte en la barcaza. Monte de Venus con quince asaltantes. ¡Dejalo ya, si nunca has ido a Venus en un barco...!. En la cola de espera algunos emulan al falo más masajeado. Otros prueban el veneno de la aguas poco turbulentas. Incluso algunos prueban venenos de secano, dame veneno que quiero morí, dame veneno... Cae al agua el Camarón hecho collar de oro. Mi niña se fue a la mar, se fue a la mar, se fue a la mar... En la barcaza los supervivientes que no cobran tanto como los de la tele, llaman tonto al último atrevido. Eres tonto, y lo que digas es una tontería... Escuela de calor en medio del río que no lo es. Arde la calle al sol de poniente. Caen al agua también el Jonathan y el Josué. La cosa está que arde. Quince jóvenes lubricados, haciendo equilibrios y posturitas para acabar mojados. Mojo picón la rica salsa canaria... Llegó el momento del más macho. Er Juani para los amigos. Juani er Piñata, el terror de las niñatas. Mira al frente y se masajea pectorales, dorsales y genitales. Puro fuego. Retoca sus sellos, su cadenón y sus mechas. Esto va a arder. 4º de ESO de diversificación superado. Mira la banderita, tú eres gualda, y lanza al aire su grito de guerra de los sábados noche: “Si está bautizada y pesa más que un pollo me la follo”. Echa a correr sobre el palo. Acelera un poco más... Aguanta... Sobreviviré, buscaré un lugar... El palito a punto. Ay, ay, ay. Resbalón tremendo. Genitales del Juani estampados contra el palo mayor. Vaselina inservible. Palo sobre palo. El Juani cae al agua entre grandes muestras de dolor. Ya nada será igual. Cambio de personalidad en el celebrante de la Velá. Día señalaíto. Alguien le canta al accidentado su próximo himno: Desde que te pintas la boca, en vez de Don Juan, eh eh, eh...te llamamos Juana la Loca...

21.7.09

22 DE JULIO. MARÍAS

Antes de la llegada de la LOGSE, cuando había asignaturas difíciles y asignaturas imposibles, hablar de “marías” era referirse a las pocas asignaturas de fácil aprobado. Pero no es este el lugar para hablar de la gran mentira educativa de nuestro tiempo. Por ello hablamos de las Marías con mayúscula, las que aparecen en la Pasión.

Hoy es el día de una de ellas, María Magdalena. Tuvo parroquia que desapareció físicamente y que se mantiene hoy en un antiguo convento dominico. Una excepcional figura de Felipe Malo de Molina la representa en medio de la grandeza barroca del antiguo convento de San Pablo. Malo, malo, malo eres... El mejor para esculpir a la María de hace dos mil años.Un personaje reinventado. Todos la quieren ver ahora como la puta que engatusó al mismísimo Jesucristo. Libritos de cuartos milenios, peliculitas seudo-provocadoras y noticias en el telediario de presuntos escándalos. Tiempo de superficialidad.... Ya se sabe: la más señora de todas la putas, la más puta de todas la señoras, dueña de un corazón tan cinco estrellas, que hasta el hijo de un Dios, se fue con ella... No era la única María. Eran más. Al contrario que en la enseñanza, históricamente abundaban en la Semana Santa, aunque la progresiva tendencia a la eliminación de figuras secundarias las fue arrinconando en sacristías y almacenes del olvido. Las Marías del Evangelio eran tres: María de Magdala, María Salomé y María Cleofás, presentes al pie de la cruz y en el cortejo del santo entierro, también conocidas por mirróforas o portadoras de mirra. Ya se sabe. Lo mismo que los reyes magos, pero sin camellos... o sí. Los Evangelios aportan pocas noticias sobre ellas y suelen estar rodeadas por anécdotas provenientes de los apócrifos, o de la Leyenda Dorada.

Siempre tuvieron gran simbolismo. María Magdalena con el pelo suelto, símbolo de su soltería, acompañó a numerosos crucificados sevillanos. Imagen de la penitencia barroca, es uno de los personajes sobre los cuales se han dado más hipótesis: su parentesco con Marta y María, su oficio, su conversión... María Salomé y la Cleofás son aún más desconocidas. Una leyenda antigua las relacionaba con antiguos esposos de Santa Ana. Curiosa historia: no hay nada nuevo bajo el sol. Cuentan los apócrifos que la abuela de Dios se casó más veces que Sara Montiel. Los años son así... La cuestión es que las marías forman un trío que todavía se conserva, afortunadamente, en muchos pasos: Mortaja, Siete Palabras, Duelo, Lanzada...

Pero las Marías no son políticamente correctas. Ni maría ni marujonas y, mucho menos, darle a la maría... En época de imposición de la estupidez en el lenguaje yo propongo que haya en los pasos Marías pero también Maríos. A ver si se dan cuenta de que no es lo mismo...

20.7.09

RECOMENDACIÓN: UN NUEVO BLOG QUE NACE

Un gran seguidor de este rincón abre nuevo blog al que le deseamos y auguramos lo mejor.

15.7.09

LA INCREÍBLE HISTORIA DE RASCAVIEJAS

Corría el año del señor de 1609, reinando su católica majestad don Felipe III en el imperio donde no se ponía el sol y asistiendo a la ciudad don Luis Méndez de Haro, marqués del Carpio. Escapóse del llamado hospital de San Cosme y San Damián, vulgo de los Inocentes, un tal Pedro Lobo, singular demente conocido en las calles de la ciudad por su afición a andar en cueros, a recitar refranes y dichos populares y a asaltar carnalmente a cuantas mozas casaderas y no casaderas estuvieran a su alcance. Corría el mes de enero, cuando tan singular loco volvió a amedrentar la collación de San Julián: lanzando al aire su grito de guerra “tú eres vino, yo soy cuero” fueron muchas las señoras del barrio cuyas faldas fueron arremangadas, cuyo escotes fueron hurgados y cuyas caderas fueron achuchadas por aquel lascivo individuo. Fue doña Inés de Sotomayor, vecina de San Julián, la que denunció el asalto del pirado al grito de “mujer que al andar culea, bien se yo lo que desea...”, narrando entre sollozos y alguna afectada mueca que el loco palpó sus muslos, acarició sus nalgas, besó sus pechos e incluso llegó a mayores... “No hay cosa más rica, que rascar donde pica...” cuentan corrillos de damas de la zona que fue la señal indicada por la que Pedro Lobo pasó a mayores, tocando, con frenesí, deseo y hasta delicadas formas y maneras, la entrepierna de tan gentil dama, que hizo muestras de rechazo, de sometimiento y hasta de cierta aceptación de los tocamientos internos del depravado... Más atrevido fue el encuentro con doña Beatriz Porras, una hermosa dama de verdes ojos, al sitio de San Marcos. En cueros, con su eremítica melena al viento y su singular badajo al aire, el osado asaltante gritó por la espadañas de la zona “agua de las verdes matas, me tumbas, me matas, me haces andar a cuatro patas”.Y en la referida postura colocó a la gentil dama, siendo rascados blusón, enaguas y enagüillas, siendo asomado pollón y siendo derramada aguas y hasta agüillas.... Narran las malas lenguas que el maldito loco adoptó mil y una formas para sus asaltos, y que como “comer y rascar todo es empezar”, sus escarceos fueron cada vez más numerosos, provocando la expectación de la collación y hasta salidas, con perdón, extraordinarias de las damas del lugar por si eran sorprendidas por tan popular demente, un insolente en cueros que durante todo el mes de enero hizo suyo el dicho de “nunca digas que este loco no es mi padre, ni esta polla no me cabe”, grito de guerra que esperaban oír los caballeros del lugar ansiosos de vengar los placeres que sólo aquel trastornado podía brindar. Tal fue la persecución y el cerco al que se vio sometido que, según las viejas del lugar, don Pedro se volatilizó como el mismo aire, refieren que fue un veinte de enero, ya se sabe, “San Sebastián en cueros y entra el aire por los agujeros...” Unos cuentan que murió practicando el acto, otros que se transformó en duende, algunos sospechan que se petrificó para acabar en un rincón de la Alameda y hay quien, incluso, lo coloca escondido entre los muros de las jerónimas de Santa Paula. Allí hay santos y santas, guirnaldas de pámpanos y uvas donde encontrar cobijo y donde llegar a la paz espiritual. Dicen que es la paz de las monjas. Silencio cómplice en los rincones. En el claustro grande, muchas novicias bajan la cabeza cuando, desde un monstruoso azulejo, se oyen lejanas palabras susurradas: “más vale en paz pan y cebolla, que en guerra olla y polla...”





13.7.09

13 DE JULIO. CÉSAR

“Julio César me cercó de muros y torres altas y el rey santo me ganó, con Garci Pérez de Vargas”. Este es el final de un mal poema que suele pasar desapercibido cuando pasamos ante una lápida en la Puerta de Jerez. Es el mismo Julio César que vemos en el arquillo del Ayuntamiento, con buena planta, con su corona de laurel y su aire de dios clásico. Pero, ¿qué hace aquí un general romano que tanto trabajo dio a los estudiantes de latín de hace algunos años? Algo podemos recordar de él.
Cayo Julio César nació en Roma, dicen algunos biógrafos que tal día como hoy del 101 antes de Cristo, en una familia patricia muy ilustre, la Julia. No sabemos desde cuándo su familia usaba el apodo de César, aunque algún historiador explica que el origen está en un antepasado que había matado a un elefante, caesar, en las guerras contra Cartago. Nos importa poco. La cuestión es que César llegó a ser uno los más grandes políticos de Roma. Muy discutido. Muy polifacético: historiador, político, dictador, militar... Todo ello en los escasos 36 años que vivió hasta que fue asesinado por Bruto, su hijo adoptivo.
En su intensa vida, participó en numerosas campañas que lo llevaron a Britania, a las Galias, a África, a Asia... y a Sevilla. Su relación con nuestra ciudad fue, más que compleja, ciertamente difícil.
Los historiadores recuerdan cómo Julio César le dio a nuestra ciudad sus títulos: Colonia Iulia Rómula Híspalis. Para entendernos, una ciudad con nombres y apellidos. Pero, las cosas de los malos hijos: Sevilla, o sea Híspalis, le dio la espalda a Julio César. En medio de las luchas por el poder, los hispalenses apoyaron a Pompeyo frente a César. Nuestro protagonista acabó entrando en la ciudad con la cabeza de Gneo Pompeyo en las manos. A esos primeros sevillanos les dirigió estas palabras: “Vuestro odio a la paz ha sido siempre tal, que nunca han podido ser retiradas de esta provincia las legiones romanas. Para vosotros los beneficios son injurias y las injurias beneficios. ¿No veíais que aun muerto yo le quedaban al pueblo romano diez legiones con las que podía incluso asaltar los cielos?”. Duras palabras para el sevillano de la época en boca de César. Recordando esto me parece a mí que César fue el iniciador de algo tan extendido como la crítica al sevillano. Quizás con razón. Quién sabe... La cuestión es que la ciudad lo tiene en su memoria, le puso una calle y lo subió a una columna de piedra en la Alameda. Allí lleva más de cuatrocientos años. Ya no da discursos. Sólo mira a su pareja de hecho, Hércules. Éste también era extranjero, pero le gustó más la ciudad...
Viendo el garrote del Hércules de la Alameda comprendo por qué César lleva tantos siglos calladito...


11.7.09

12 DE JULIO. DESILUSIÓN


Tiempos... No tendrías once años pero los hermanos menores siempre han aprendido mucho antes, o por lo menos ha ido a remolque. Por entonces cada disco era una pieza de colección que cuidabas, limpiabas, analizabas y mimabas en cada audición porque ¡ay! se podía arañar o ensuciar. Funcionaba algo tan prehistórico como la cinta de cassete, que gastaba mucha energía y que podía adelantarse de forma manual con un boli BIC. Con el tiempo te enteraste que aquella era la época que llamaban movida pero tú realmente no eras consciente de aquello. Fue por entonces cuando empezaron a sonarte esos discos de mayores que con el tiempo te hicieron crecer, esas raras ediciones de unos tíos muy raros llamados Kraftwerk o esos discos tan limpios de una tal Bauhauss, o ese flequillo imposible de los Yazoo o de los Duran Duran. Pero no había otros como ellos, los Depeche Mode, el grupo que creció contigo. Recuerdas esas portadas misteriosas del Speak & Spell y del A Broken Frame y esas fotos de las portadas de Construction time Again o del Black Celebration. Los nombres eran lo de menos porque nunca supiste inglés, porque no entendías bien lo que decían sus canciones (y eso que tu hermano te las explicaba) pero aquellos teclados y aquellos himnos del techno pop crecieron contigo. Acompañaron tu juventud, cuando el negro se hizo tu color, el corte de pelo una seña de identidad y los largos flequillos una especie de distinción frente a la monotonía de poperos sin importancia, de Hombres G, de heavies que no entendías o de las simplezas varias que te rodeaban. El tiempo, el tiempo... El que pasó mientras te acompañaban esos músicos británicos que supieron adaptarse a épocas y melodías y con los que creciste, perdiste el pelo, suavizaste tu indumentaria y ampliaste tus gustos musicales... Con el tiempo, sólo con el tiempo, soñaste con verlos en concierto: un maldito sorteo te impidió verlos en Madrid y unas malditas oposiciones te impidieron verlos en Granada. Cuando te anunciaron que venían a Sevilla recordaste el flequillo de tu juventud y el negro de tus uniformes. Seis meses estuvo la entrada del concierto en un cajón, esperando a ser usada en el estadio Olímpico. Tiempo de esperar que se convirtió en desesperar: una maldita lesión impedía el concierto que te devolvería a tu juventud, a tus himnos soñados, a los teclados y las guitarras de u infancia musical. Sueños de adolescencia truncados en la época del MP·3. Tú que naciste en el vinilo... La desilusión una vez más. No te cabe duda de que escribir puede ser, en muchas ocasiones, un canto contra el maldito tiempo que todo lo alcanza.

9.7.09

CALIENTE, CALIENTE...

(Foto: Híspalis)
Las personas que más calor soportan en Sevilla son el Papa, los reyes, el obispo y un fraile. No sólo en verano, sino todo el año. Más que calor, están achicharraos. Y eso que están desnudos todo el año. Ya no les importa que la gente se pare a mirarlos buscando un pajarito. Niño, mira el pajarito...ay por Dios, las calores.... Se consumen en medio de las llamas. Miran hacia el cielo. Se fríen de calor sobre un muro: el muro de la Iglesia de San Pedro. Caliente, caliente. Rafaela Carrá al sevillano modo...
Allí, en un azulejo que realizó Juan Oliver, aparecen, en el fuego del purgatorio, estos egregios personajes mezclados con otros seres anónimos que piden piedad al cielo. Son ejemplo de una antigua tradición católica: el recuerdo a las ánimas benditas. Su culto en la Iglesia católica proviene de una reacción a las doctrinas de Lutero, que negaba la existencia del purgatorio porque consideraban que la muerte de Cristo había redimido ya al hombre del pecado. La reacción del Concilio de Trento fue promover el culto a las ánimas benditas del purgatorio, lugar bien caluroso según nos lo representaban grandes lienzos que presidían las capillas de las hermandades de ánimas. La ciudad se pobló de capillas dedicadas a este culto, unido a la devoción a la Virgen del Carmen, especial intercesora en estos casos. Lo curioso del caso es que las hermandades de ánimas solían colocar un retablo interior pero también uno exterior, normalmente de azulejos, para aquellos momentos en los que estuviera cerrada la iglesia. Todavía hoy los podemos encontrar en las fachadas de algunos templos, siempre con los mismos personajes: las ánimas benditas, la Virgen del Carmen, los ángeles, la Corte Celestial.... Hay retablos de ánimas antiguos como los de las parroquia de San Juan de la Palma, bellos azulejos del siglo XVIII; o como el de la iglesia de Santiago, realizado en estuco. Otras iglesias renovaron sus azulejos a lo largo del siglo XX. Es el caso de las parroquias de Omnium Sanctorum, San Lorenzo o San Pedro. Tenemos noticias de que la pared de la iglesia de San Pedro ya tenía azulejo de ánimas en el siglo XVIII, colocado para evitar las fiestas que se hacían en el lugar durante las noches de verano, quizás el precedente de movidas actuales...
Los tiempos cambian pero hay cosas eternas, como las llamas del infierno, que no el purgatorio. Hoy sólo algunas abuelas rezan a las ánimas benditas. Ya no existe la figura del animero que pedía para las ánimas benditas, aunque algún pueblo de Salamanca conserve la tradición. Pero hay costumbres nuevas. Lo puede comprobar delante del azulejo de San Pedro. Allí suele pararse el público a buscar un pajarito que si se encuentra nos asegurará el casamiento. Aunque hay quien en día de calor se paró a imaginar a algún político o algún empresario frito de calor entre las llamas. No se te olvida. Hace algunos veranos. Un día como el de hoy. Apagones generales de luz ... Y de aires acondicionados. En pleno siglo XXI. Hubo hasta quien buscó cobijo en casa ajena. Recordó las palabras del mismísimo pajarito de San Pedro: "Tened compasión de mí, al menos vosotro mis amigos..."

6.7.09

ACROFILIA (RELATO ERÓTICO-FESTIVO VERANIEGO)

Vanidad de altura. Alardeaban de haberlo hecho en los lugares elevados más conocidos del mundo: del Empire State a la Torre de Londres, desde las desaparecidas torres gemelas a más de un campanile italiano habitualmente atestado de turistas de ojos rasgados. Actos tatuados en sus pieles como muescas de un fusil. Amor por la altura y por la vista, por las sensaciones y por los peligros. Cuando cayeron en la cuenta de que la vieja torre almohade faltaba en su lista se pusieron manos a la obra. Estudiado el lugar, fue encontrada la forma de camuflarse tras el cierre al turismo. No les cabía duda: las rampas empinadas del camino eran el mejor de los presentimientos. Los rincones inexplorados del monumento todo un canto a lo desconocido. La conjunción de los ladrillos mudéjares y de la piedra del Renacimiento todo un alegato a favor de los contrastes y de los placeres diferentes. Y la caída de la tarde era el mejor de los decorados posibles. Cuatro caras para cuatro mil posturas del mejor kamasutra sevillano. Mirando al Aljarafe fue desnudado, tocado, masajeado, lamido y succionado un enorme miembro viril. Cual Diablo Cojuelo, mirando a la viejas torres del Alcázar, quedaron al aire unos pechos enhiestos y unas caderas poderosas, fue abierto un sujetador y fueron casi arrancadas unas breves braguitas que apenas opusieron resistencia. Viejos vencejos viajeros creyeron oír unos placenteros jadeos procedentes de una hembra que dejaba acariciar sus labios más profundos mientras la humedad más sensual parecía impregnar hasta el último rincón del viejo campanario. Mirando al Sur, hacia ríos y puentes elevados, unos pechos fueron apretados contra una reja a la que se asían unas manos. Al unísono, unas poderosas embestidas recordaban a dos torneadas piernas que no debían separarse mientras una poderosa verga se abría paso una y otra vez por la húmeda cavidad. Viejas máscaras de piedra talladas parecían no dar crédito a lo que veían. Mirando al Norte, todos los poros de un cuerpo se concentraban en cada rítmica cabalgadura sobre el badajo humano que la hacía gozar, gemir, sentir, gritar, reír, llorar y pregonar a los cuatro puntos cardinales la llegada del orgasmo más placentero que conoció la especie humana. Era toda una humedad desnuda sobre las húmedas piedras, y con el más alto de los campanarios en lo más profundo de su sexo. Momento de placer por la altura, en la altura y por las alturas... Lo nunca sentido ni visto...
A la mañana siguiente una limpiadora se sorprendía al encontrar ropa interior femenina en los suelos de la vieja torre. También se sorprendieron los parroquianos que habían creído escuchar un prolongado repique de campanas en horario poco habitual. Poco sorprendió en la Alameda que una hermosa joven se tatuara en zona muy privada algo así como TURRIS FORTÍSSIMA...
(Pequeño homenaje a Andrés Pérez Domínguez, reciente ganador del premio Ateneo de novela)


3.7.09

EL (ANTES) GORDO

Mi bisabuelo, mi abuelo y mi padre te han conocido siempre riendo. Con algunos kilos de más, pero sonriente. Por tus ropas era difícil saber tu origen. Algunos dicen que eres un tirolés, otros que tienes pinta de alemán, otros que pareces más del norte. Pero hace ya tiempo que te vistieron de rojo y blanco, que ya decía la canción aquello de blanca y colorá para referirse a los colores de Sevilla.
Quizás para compensar te pusieron un gorrito verde... Incluso en la zona de Heliópolis hay domingos que te visten de este color... No te sienta tan bien... Pero, de un modo u otro, siempre que te veo estás sentado en el mismo barril.
Alguien me contó tu historia. Me dijeron que eras un habitante de Korkrij, una ciudad de la antigua Flandes. Eras un joven rubio, muy apuesto, y te dedicabas a algo tan hermoso como el trabajo de vidriero. Pero también te gustaba la música. Llegaste a alcanzar tan buen nivel que tocaste durante más de un año en la misma corte. Pero tenías un grave problema, un problema amoroso. Y eso que tú gustabas a todas las mujeres del lugar. A todas menos a Margarita, tu amor no correspondido. Cuando volviste de la corte y ofreciste un concierto en tu pueblo, no tocaste ni una nota en condiciones. Fueron los nervios. Te sentiste ridículo. Por eso decidiste ahorcarte en un bosque cercano.
Cuenta la leyenda que cuando ibas por el bosque tuviste una aparición: un personaje extraño del bosque, un tal Ruud. Te mostró algo con lo que olvidar tus males. Te presentó una misteriosa plantación, un campo de lúpulo. Aprendiste a hacer un líquido extraño, amarillo dorado, con mucha espuma. Dicen que cuando lo bebiste por primera vez olvidaste tus problemas amorosos. Y cuando le contaste a tus vecinos cómo fabricar aquel brebaje hubo quien te tomó por loco. Pero después de probarlo gustó a todo el mundo. ¡Quién lo iba a decir...! Tú y tu pueblo os habíais hecho famosos. Nada más y nada menos que los inventores de la cerveza.
Desde entonces han pasado muchos años. Tú te has paseado por toda Europa. En muchos sitios eres un rey con barba blanca, un rey de copas hasta con manto de armiño. Incluso cambian la historia de tu vida según el lugar. Pero yo te prefiero en los carteles de Sevilla... Realmente aquí eres un auténtico rey, el rey del verano. Es que ya llevas aquí algunos años... Cuando llegaste, te fuiste a las afueras de la ciudad, junto a un templete mudéjar del siglo XV. Apenas había construcciones en una zona que hoy está saturada. ¡Hasta la cruz del templete está rodeada de pisos! Pero desde entonces creo que eres feliz. Te veo por todas partes... No me cabe duda: eres todo un personaje. Durante muchos años hubo otros parecidos como el tío de la capa o como el Tío Pepe. Pero tú te asentaste en tu barril y brindaste siempre con tu jarra.
Últimamente te veo más delgado. Cosas de esta época... Pero yo sólo quería felicitarte. Desde 1904 estás en Sevilla y más de cien años no cumple tanta gente. Ya son muchos los que conocen tu nombre, Gambrinus, aunque para la mayoría sigues siendo el gordo de la cerveza...
Monarquía sevillana. ¡Ya tiene rey!