29.6.08

28 JULIO. CENIZOTERAPIA


No lo dudes: vivimos tiempos quevedianos. Por Quevedo, claro. Enciendes la tele a horas extrañas y lo compruebas. Canales locales. Con mucho anuncio alrededor de la escena central. La paja, con perdón, que no deja ver la viga central. Seguro que allí está un echador o echadora de cartas. El futuro en sus manos. Quevedo en la memoria. Decía que si se podía leer el futuro en las manos, ¿porqué no se iba a leer en los pies ó en los pedos? Quiromantes y pedomantes. Las dos versiones. Como el tonto-listo en la pantalla y el pobre tonto al otro lado del teléfono. Quevedo y Gracián. Ya lo dijo éste: “son tontos todos los que o parecen y la mitad de los que no lo parecen”. Sabia conclusión de un tiempo barroco. Como el nuestro. Como el de un tal Fray Diego de Deza, famoso dominico que vino a morirse tal día como hoy de 1523. Fue en el monasterio de San Jerónimo de Buenavista del que hoy queda el barrio del 10, algo del templete del Santo Negro y bastante menos del antiguo monasterio de jerónimos. Quizás conoces a Fray Diego por su cuadro del Museo. El de Zurbarán, con su parte terrena y su gloria celestial. Entre el cielo y el suelo hay algo que te recuerda la canción. Fue un personaje en su época. Nacido en Toro, supo lidiar con una época difícil. Poder terrenal y celestial. Fue preceptor del príncipe don Juan, capellán de los reyes Católicos, amigo de Colón y obispo de Zamora, Salamanca, Jaén y Palencia. En su currículum también está el título de Inquisidor mayor de Castilla y, guinda casi final, el de arzobispo de Sevilla. Fundó el colegio dominico de Santo Tomás, del que sólo existe el nombre de la calle, que Primo de Rivera se encargó de tirar lo poco que quedaba del convento...No sabía Fray Diego O.P. que sus cenizas iban a tardar tanto en descansar en paz. En 1884 acabarían en la capilla de San Pedro de la Catedral, al cabo de tantos años. Curiosamente una capilla llena de zurbaranes. Justo premio al abandono de tantos años. Porque su convento sufrió olvidos y asaltos. En 1810 los invasores franceses ocuparon el antiguo colegio dominico. Dicen las malas lenguas que su sepulcro fue codiciado como bañera por la mujer de un militar. Cleopatra usó leches de burra y ésta no iba a ser menos original. Has hecho memoria y has establecido relaciones. Castas, en principio. Te ha dado por pensar en los centros de belleza actuales: aromaterapia, talasoterapia, chocolaterapatia, champanterapia, laserterapia, colorterapia, ozonoterapia...Te has acordado de Fray Diego de Deza, del cuadro de Zurbarán, de sus cenizas dando vueltas y de la mujer del militar. Tiempos quevedianos. Cenizoterapia... Verás como se enteren en Corporación Dermoestética...

25.6.08

25 DE JULIO. LA COPA


La ciudad todavía estaba llena de carteles, de pintadas, de propaganda por los suelos. Una semana antes se había celebrado eso que llamaban elecciones, en unas mesitas de tu colegio, con unos señores sentados que no eran tus maestros. A algún vecino le había tocado estar allí junto a otros señores con bigote, con pantalones de campana y con largos pelos. Melena de pelusos que decía tu madre. Como la de tus ídolos. Como el pelo que tú quería tener...
Aquella noche de junio fue uno de esos días que no se te olvidan. Desde muy temprano todos sentados delante de la televisión. Era enorme, con su mesita auxiliar y con su transformador. Pieza fundamental en el salón de tu casa, seguida de lejos por el cuadro de cacería que había a tu espalda y por la parejita romántica de la vitrina. Tu madre te había prohibido tocarla. Otra prohibición más. Como la de la melena. La de los jugadores cuyo nombre sabías de memoria: Esnaola, Bizcocho, Biosca, Sabaté, Cobo, López, Alabanda, Cardeñosa, García Soriano, Megido y Benítez. Estaban al otro lado del salón, posando antes de jugar el partido más importante de tu historia. La verdad es que no sabías dónde elegir. El que te gustaba jugando era Cardeñosa. No había otro mejor. Aunque querías tener los pelos de Megido, esa enorme peluca de rizos negros que algún día tú tendrías. Comenzó el partido. Enfrente estaba el Athletic de Bilbao, el equipo de los leones. Una noche de emociones. Toda tu familia delante de la televisión. Y llegaste a cambiar de ídolo. Jorge López metió los dos goles de tu equipo y tu soñaste con los ojos abiertos que te transformabas en aquel jugador vestido con las trece rayas. El partido termino en empate a dos goles. Hora y media de sufrimiento y de alegrías. Pero lo peor y lo mejor estaba por llegar. Había que tirar penaltis. Uno tras otro se fueron lanzando. Allí nació un nuevo héroe para tu infancia. Quien lo iba a decir...vestido de negro. El portero, el puesto reservado a los que no sabían jugar bien...Esnaola era el nuevo héroe de tu infancia. Con su última parada tu equipo te llevó a la gloria, a imaginarte que besabas una copa que entregaba nada menos que un rey. El que salía en los telediarios. Noche de junio. Noche de eterno final o sin final alguno. Tu imaginación soñó con un futuro de triunfos verdiblancos por medio mundo...
Al año siguiente jugarías la Recopa, eliminarías al Lokomotive y al Milán. El equipo de tu goma de borrar y otros nombres raros de la clase de Geografía. Soñabas con un nueva noche de junio y una nueva copa que levantar. No pudo ser. No hubo otra. Peor todavía: el equipo bajó a Segunda División. Manque pierda en tu corazón. Y tu madre que seguía sin dejarte melena...

23.6.08

24 JUNIO. CUERPOS MOJADOS


“En miércoles 24 de junio de 1594 años, entre las tres y las cuatro de la tarde, vino tan gran tempestad de aire y polvareda, que no se veían unos a otros, y no quedó en el río nao, fragata, chalupa, carabela, barcos ni barquillos que por amarrados que estuviesen no rompiesen las amarras y se encontrasen unos con otros, y un carabelon vino sobre la puente con tan gran pujanza que embistió con ella y se rompió por ambas compuertas y la llevó toda junta el aire y el carabelón hasta la almona, que no mamona, de Triana y fueron encima de ella dos hombre y una mujer echados, que Dios los cría y ellos se juntan, y agarrados de los cabiroles de ella y un buey y dentro de la casa del puente calló también el que pide para las ánimas del Purgatorio, más el viento, no cansado de tanto empuje arrastró como si en volandas fueran a dos fulanas del corral de la Porra, que a tocar las susodichas se dedicaban y no resistiéndose al empuje del Dios Eolo vieron volar sus enaguas y hasta parte de las mojadas medias, quedando buena parte de sus vergüenzas, que eran bien pocas, a la vista pública del mojado, en todos los sentidos, público, quedando arrastrados por el ímpetu de Eolo dos mareantes que apenas se resistieron al empuje del citado dios y del dichoso Eros, y viendo que el empuje del temporal arrastraba mercancía tan fermosa, dejaron volar sus mojadas, en todos los sentidos calzas, yendo a parar mareantes, transeúntes, fulanas, el animero, que no animoso, alguna alcahueta que pasaba y los susodichos hombres y mujeres a un rincón estrecho junto al puente que a la sazón motivó sus instintos, los más altos y los más bajos, los de supervivencia ante la tempestad y los de supervivencia de la especie humana, que aunque no sabía ninguno matemáticas, ni por supuesto enunciaban la ley de Tales, que como todo el mundo sabe, es la que prohíbe follar en los portales, de lo cual todo el mundo deduce, que el que no folla no produce, montóse, y siempre en el buen y en el mal sentido de la palabra, un auténtico número, sin premios que valieren, que para premio el que toco a hombres, mujeres, fulanas, mareantes, animero y hasta algún transeúnte que por allí pasaba y a los que la tempestad arrastraba, a los más bajos instintos, cual si borrachos fueran de tinto, por lo que oyóse decir frase malsonante, algo así como que el vino en bota y la mujer en pelota, y todos los mencionados disfrutaron sin excepción, que ahora por mi y luego por ti, arriba y abajo, al centro y pa dentro, que ya lo decía el refrán: hidalgo, hijoputa el que deje algo, y que no hay placer que se pueda comparar al placer de yantar...” Como casi siempre, después de tan placentera tempestad, llegó la calma...

20.6.08

21 JUNIO. LUIS GONZAGA


Mira Luisito que te lo han dicho veces: “Anda hijo, que eres más bonito que un San Luis de palo”. Siempre te preguntaste que sería aquello del palo, que a ti te suena más a golpe de esos que da la vida ó a baraja ó a quién sabe qué cosa más extraña. Por eso esta tarde nos vamos a conocer a tu santo, Luis Gonzaga, en el mejor día posible, el del comienzo del verano. Siempre fue el día de las notas, aunque cada vez te las den más tarde, que muchos padres se creen que cuando más días estén sin sus hijos mejor...
A ti siempre te sonó a vacaciones, a bañador, al adiós de los amigos y sobre todo a los caracoles y cabrillas que celebraban tu santo. Había llegado el verano. Pero esta tarde vamos a conocer el origen de tu nombre. Y vamos a ver al auténtico San Luis de palo.
Esta tarde saldremos a pasear cuando el sol de esta época ya no nos castigue. Te enseñaré que hay una calle que trazaron los romanos de tus películas y que atravesaba Sevilla de Norte a Sur y que la llamaban cardo. También se llamó calle Real, que por allí entraron los reyes de tus cuentos de medianoche y las reinas de tus fantasías. Hoy la calle se llama San Luis, pero no te confundas bonito, que está dedicada a un rey de Francia que también fue santo pero que no es nuestro San Luis de palo. Andando por aquella calle tan larga te llevaré a un iglesia colorá de grandes torres, con el ángel de la guarda de tus sueños en la portada y los animales de la Biblia de tu bisabuelo en sus torres. Siempre te llamó la atención la cúpula de aquella iglesia, la de San Luis de los franceses, no te confundas que el tuyo de palo está mucho más escondido.
Seguro que cuando entremos en la iglesia dejarás de escucharme. Yo te contaré que es del siglo XVIII, que la hicieron los jesuitas, que tiene pinturas de Domingo Martínez y esculturas de Duque Cornejo. Tú te quedarás sin habla. Aquello es como un teatro, con su cortinaje abierto y con miles de santos entre espejitos que te recordarán los guiñoles de tu colegio. Como si fuera un juego buscarás el tuyo. Está en un rincón, entre espejitos dorados y pinturas. Es un niño joven que mira una cruz. Yo te contaré que es patrón de la juventud, que era italiano, que era un ejemplo de virtudes en la orden de los jesuitas, que murió muy joven. Te contaré que San Luis buscaba siempre la eternidad y que en un desfile de jinetes presuntuosos el se presentó montado en un burro. No lo olvides. Era noble pero se reía de los lujos de este mundo. Me conformo con que esta tarde aprendas eso. Eso y que un día de verano conociste a tu San Luis de palo...

15.6.08

17 JUNIO. LA "PERONA"


Si Franco tenía a “la Franca”, vulgo “la collares”, el general Juan Domingo Perón tenía a Eva Duarte de Perón, por aquel entonces “la Perona” y algo más tarde, contradicciones de la vida, “Evita”.
Año 1947. España aislada. Guerra fría a punto de estallar y guerra sin cicatrizar en tu corazón. Aunque no hubieras vivido la guerra de tus padres, seguías sintiendo una existencia en sepia, sin emociones ni colores. Sevilla era una ciudad provinciana donde nunca pasaba nada y por donde nunca pasaba nadie. Hasta aquel día. Uno cualquiera de junio. En tu barrio, junto a tu iglesia y junto a tu Virgen. Bajo tu balcón. Un observatorio privilegiado. Frente a San Gil y de esquina a la calle Pozo, una de esas que nunca perderán su nombre. Igual que tú no perderás aquella imagen...
Primero vino una sensación de que algo pasaba. En poco tiempo comenzaron a aparecer más personas que en la monotonía de cada día. Algo más tarde ya eran multitud. Recuerdos de mañana de Viernes Santo en San Gil. Un cortejo escoltando a una mujer. Te pareció la más elegante, con un vestido color marfil y el pelo recogido, como las actrices de cine. Algo así sería. Unos militares venían con ella abriéndole paso entre la multitud. Varas de presidencia de la Macarena y ramos de claveles te llevaron a soñar con la Semana Santa. Algo había de misticismo en aquella mujer que no conocías. Eva Duarte de Perón. Apenas hacía dos años que se había casado con Juan Domingo Perón. Era de Argentina. Te decían que era uno de los pocos países amigos de España. Y cuando tu hermano trajo, como un tesoro, una banderita española con otra celeste y blanca, supiste más de aquel país. Argentina. La patria de aquella mujer. La actriz de cine que pasaba entre una multitud bajo el balcón de tu casa. Haba visto a la Virgen de los Reyes y venía a ver tu Esperanza. También había conocido el bario de Santa Cruz. Y tu barrio. Una mujer famosa. Defensora de mujeres. Aunque eso entonces no lo sabías. Tú pensabas que vivías en un siglo de hombres. Pero ella ya había dicho otra cosa “este siglo no pasará a la historia con el nombre de la desintegración atómica sino con otro nombre mucho más significativo: siglo del feminismo victorioso”. A ti eso entonces te daba igual. Vivías al día. Con tu cartilla en el bolsillo. Aquel día tuvo premio. Al entregar el cupón de varios de la cartilla te regalaron un paquete: sopa de estrellitas. Iluminaron tu ilusión y llenaron tu estómago. Algo estaba cambiando. Ilusiones en tu corazón. “Volveré y seré millones”. Una frase que ella no dijo pero que le atribuyeron. Millones. Como las estrellas del cielo. Como aquella estrella de cine. Argentina. Un día de junio de 1947 pasó por debajo de tu balcón...

12.6.08

11 JUNIO. EL ROMANO


Se llamaba Sexto Julio Posesor. Vivió en la Sevilla de hace 2000 años, la ciudad que los romanos llamaron Híspalis. Perteneció a la familia Quirina, una de las más importantes de la época. Desde su más tierna infancia fue educado por los mejores profesores de la Roma del siglo I, la Roma del Emperador Augusto. Y fue precisamente este emperador el que mandó a su padre, un patricio de reconocida fama, a las lejanas tierras de Hispania.
Sus padres supieron adaptarse pronto al cambio y Julio se sintió pronto un hispano más. El nuevo destino le gustó. Híspalis era un sitio caluroso, una ciudad especialmente insoportable en verano, con tantos brazos de río y tantas lagunas en medio de la ciudad. Pero algo había allí de su Roma natal. En aquella modesta ciudad de Híspalis creció y se educó Julio, llegando a convertirse en uno de los personajes más queridos de la Sevilla de su época. Ya por entonces hablaban latín todos su habitantes y todos tenían los mismos derechos que en su Roma natal. Con el tiempo un conocido suyo, Marco Ulpio, llegó a ser nada menos que emperador. Fue la época en la que Julio llegó al cargo de procurador de la Bética, una de las provincias más ricas del Imperio. Y Julio fue feliz. A su trabajo unió su dedicación al mundo de las letras: siempre fue un poco bohemio, una especie de intelectual de su tiempo. Incluso se dejó barba, algo que todavía no estaba de moda entre los hispalenses. En aquellos años Julio pudo realizar la casa de sus sueños en la zona norte de la ciudad, con todo el sacrificio y la ilusión del mundo. Fue la domus de su familia durante muchos años. Allí envejeció y allí vió crecer a sus hijos y a sus nietos. Y allí entregó su alma a Caronte para abandonar este mundo. De eso hace casi 2000 años.
Por un milagro de Júpiter, Julio Posesor pudo volver a Híspalis hace unos años. Le dijeron que estaba en el año 2005. Todo había cambiado. Notó que la ciudad ya no estaba amurallada, que ya no existían ni sus templos ni sus basílicas. Apenas encontró unos restos de su acueducto y unas columnas en un sitio que llamaban Alameda, aunque se alegró al ver el nombre de Trajano en una calle. A los pies de una gran torre encontró la lápida que le dedicaron los barqueros sevillanos cuando se jubiló y llegó a emocionarse. Pero la emoción se hizo tristeza cuando llegó a las cercanías de su casa. Debía ser por allí. Un bar llamado la centuria le recordó su juventud. Creyó ver su casa entre las ruinas. Se enteró que encima de ella iban a construir unas enormes setas de madera. No comprendió nada. Encima estuvo todo el fin de semana escuchando a los hispalenses gritar como locos. Hablaban algo sobre uan copa. Llevaban unos pañuelos verdes. Oyó que gritaban el nombre de un río. Julio pensó que los tiempos habían cambiado mucho...

9.6.08

10 JUNIO. FENÓMENOS PARANORMALES


“El 10 de junio de 1712, a las tres de la mañana falleció en su convento de la Asunción, religiosas mercedarias de esta ciudad, la V. M. Teresa de Jesús, en constante opinión de virtudes que corroboraron algunas circunstancias de su muerte. En aquel instante apareció sobre el convento una gran masa de luz en figura piramidal, tan clara y resplandeciente que lejos de infundir terror alegró a cuantos la vieron dentro y fuera de la ciudad. Así lo deponían unos caminantes que venían a ventas y los vecinos que venían al rosario de Gradas de la Catedral: las religiosas que la asistían vieron llenas de claridad su celda. Su cadáver quedó flexible y rozagante cual si fuera de una joven, no obstante de tener sesenta y cuatro años, y estuvo expuestos dos días a la vista del público que acudió en gran concurso a saciar su devota curiosidad. Cuando falleció tenía entre las manos una devota corona de espinas y una cruz, tan afianzadas que nunca pudieron quitarle estos símbolos de mortificación. Fue devotísima de las almas del Purgatorio, a quien aplicaba sus ejercicios; y su silencio fue admirable, habiéndose negado al trato, sí en el libratorio como en el torno, de toda persona extraña. Había sido casada, y de acuerdo con su marido, la misma noche de sus desposorios se retiraron a tomar el hábito de la Merced en sus respectivos conventos, donde profesaron, sin jamás volverse a ver. Cuando al marido le dieron la noticia de su muerte sólo respondió: Vaya con Dios: pronto la acompañaré yo, como así se verificó” Lees la crónica de Justino Matute y se te ocurren muchas cosas. La historia de un matrimonio que decide separarse para hacer vida religiosa de forma independiente. No sabemos si hicieron separación de bienes o si tenían que puntuar para entrar en el colegio...Hoy el convento de mercedarios ya no es convento. Es Museo de Bellas Artes. El convento de la Asunción es un bloque de pisos de la plaza del Museo. Fenómeno demasiado normal en la ciudad. Lo de la separación es fenómeno más que normal, habitual. Lo del aura milagrosa, y todavía no había llegado Cuarto Milenio, te parece, más que normal, casi cotidiano. Hoy sería una aparición de OVNIS o una abducción más de un zombi de tres al cuarto. Además, ¿qué se podía esperar del siglo de las Luces?...Las colas para ver un muerto milagroso no es que sean frecuentes, es que se producen día sí y día no...Lo de la joven con sesenta y cuatro años es de lo más normal en la era de las anarosas y de Corporación Dermoestética. La diferencia es que entonces no existía el pago en cómodos plazos...
Creerán los guionistas de telenovelas que han inventado algo nuevo...

6.6.08

6 DE JUNIO. EL ASALTO


6 de Junio. San Norberto. Uno de tantos santos de los que desconoces la historia. Pero hoy abres tu almanaque y ves la fecha pintada en negro. Negro de envidias y terrores en la historia de tu ciudad.
Fue hace mucho tiempo. Allá por el siglo XIV, un siglo de guerras en toda la Europa cristina de la cual Castilla ya formaba parte. Sevilla ya no era la Isbilia musulmana pero aquí convivían todavía moriscos, judíos y cristianos. Mejor o pero convivían. Los judíos siempre fueron una comunidad aislada, con su barrio y sus sinagogas propias. Todavía andas por San Bartolomé y lo recuerdas: en Santa María la Blanca, en Madre de Dios, en San Bartolomé... allí estuvieron sus lugares santos. Tenían incluso una muralla que los separaba del resto de la ciudad, pero convivían. Y eso que los cristianos veían en ellos la culpa de sus muchos males. Por eso llamaban a los judíos con todos los insultos posibles: cerdos, marranos, usureros...
Pero en aquellos años el siglo XIV la cosa fue a peor. Sobre todo por la predicación de exaltado clérigo de la época. Se llamaba Ferrán Martínez y era canónigo de Santa María y arcediano de Écija. Su obsesión contra los judíos no tenía límites. Su voz resonaba con fuerza en muchos púlpitos:
¿Por qué partir para las Cruzadas cuando tenemos en nuestra casa a los verdugos de Jesús?
El pueblo que oía aquello se envalentonaba y veía cada vez más que la culpa de sus males la tenían los judíos. De nada sirvieron las llamadas al orden de Enrique II. El arcediano siguió predicando. Cada vez más encendido. Cuando murió el arzobispo en 1390 el arcediano de Écija pareció coger alas. Ya nadie le impedía sembrar cizaña. Y tantos ataques contra los judíos tuvieron aquel 6 de junio de 1391 una consecuencia fatal. Una multitud exaltada saltó la judería sevillana para acabar con aquellos históricos vecinos. Casas quemadas, comercios destruidos, gritos de terror, pánico en las calles. Por la vieja judería sevillana corrían los seguidores de Yavé pidiendo el bautismo a gritos como un modo de salvar la vida. Triste día en la historia. Dicen que en Sevilla murieron casi cuatro mil judíos, aunque sobrevivieron algunos. No fue el único lugar de España. En Barcelona fueron prácticamente aniquilados. Una jornada negra en tu almanaque.
Por eso, cuando cierras tu almanaque prefieres ojear otro 6 de junio. Quizás te guste más el mismo día del año 1599. En el barrio de la Morería bautizaban un niño al que llamarían Diego. Cosas de la historia. El nacimiento de un genio de la pintura cambiaría tu almanaque. Diego Velázquez haría que el 6 de junio fuera un día grande en tu historia...

2.6.08

3 DE JUNIO. LA DETENCIÓN


“ABC de Sevilla. Domingo 3 de junio de 1973. Fin de una larga fuga. El Lute fue detenido ayer tarde en la barriada de Juan XXIII. Fue apresado cuando, con el Lolo (también detenido), iba a tomar un coche robado, con matrícula falsa. Para efectuar el servicio, los inspectores montaron guardia durante tres días.
Un brillantísimo servicio de la Brigada Regional de Investigación Criminal de Sevilla ha dado como resultado la detención de El Lute y de su hermano El Lolo, viejos conocidos delincuentes en nuestra fauna criminal y, tan escurridizos, que habían llegado a forjarse una leyenda de apariciones y fugas, de robos y tiroteos.
La Brigada de Investigación Criminal, a raíz de la aparición última de El Lute y familia por tierras levantinas había montado un complicado servicio, ya que estimaba que el famoso “quinqui” tenía una natural querencia a venir a Sevilla y provincia, donde existen familiares y amigos. Funcionarios de la Brigada de Investigación Criminal tuvieron noticia de la llegada a nuestra ciudad de ciertos sujetos, uno de ellos con las características de El Lute en un coche SEAT 1430, de color amarillo, matrícula CA 87.718. hechas las oportunas gestiones se tuvo conocimiento que el coche SEAT 1430 no correspondía a la matrícula que llevaba y sí a un vehículo marca Citroen.
El vehículo sospechoso fue aparcado en la Atalaya, lugar sito en la periferia de la barriada Juan XXIII, quedando sometido a estrecha vigilancia. Para ello se estableció un cerco de la zona, dejando sólo una de las salidas. Miembros de la policía, sin moverse del lugar las veinticuatro horas, prestaron la debida atención durante tres días. Esta alerta, firme y obstinada, permitió que el éxito coronase tan importante vigilia. Ayer, a las ocho menos cuarto de la tarde, Eleuterio Sánchez Rodríguez “El Lute” y su hermano Manuel “El Lolo” se dirigieron cautelosos e intranquilos hacia donde habían dejado aparcado el automóvil. Entraron en el cerco y la única salida que tenían para poner una vez más en práctica la fuga quedó cerrada. La Brigada de Investigación Criminal y unos números de la policía armada apretaron el dispositivo, reduciendo el cinturón.
El Lute, al serle dado el alto, intentó sacar una pistola “Star” del nueve largo, impidiéndolo unos funcionarios al ser reducido. El Lolo, más agresivo y rápido, extrajo una pistola “Mauser” de 7,65, haciendo un disparo, uno sólo, tirando uno de los inspectores y produciéndole una herida en el pómulo derecho, con salida bajo la oreja...”

Terminaba una leyenda. El más famoso delincuente detenido en Sevilla. Luego vendrían los libros, la canción y hasta la película...
¡A quién se le ocurre!...llevar un coche amarillo.