27.3.07

27 DE MARZO. EL INCENDIO


Una vez pasado el susto del día anterior, los hermanos se armaron de valor para enfrentarse a la realidad. Todavía no daban crédito a lo que habían vivido el día anterior. Todavía les temblaban las piernas. Todavía olían a la ceniza de un fuego que había estado a punto de quitarles lo que ellos más querían...
Hermandad de la Amargura. Procesión del año 1893. Una jornada espléndida hasta ese momento. Al llegar el paso con la Virgen y San Juan a la plaza de San Francisco nada hacía presagiar la desgracia. Se iniciaba una chicotá y ...parada sin sentido. El público más cercano se dio cuenta: salía un espeso humo del paso. El caos fue general. Costaleros que salían corriendo, nazarenos sin antifaz, gritos, lágrimas... Se quemaba el paso de la Amargura ...y de San Juan. Alguien llegó a gritar entre el público “salvar al San Juan”. Nadie sabía qué hacer. Menos mal que tres valientes se lanzaron a las llamas. Entre ellos un guardia municipal, un tal Fajardo, que rápidamente apagó el fuego y fue apartando el manto de la Virgen. El incendio había sido grave: manto consumido, saya rota, rotura de las piernas de San Juan, pérdida de joyas, rostro quemado de la Virgen y sus manos... Los que se subieron al paso no quisieron ni mirar pero la Virgen había perdido sus manos. Después de quitar velas y flores quemadas surgió la duda: también faltaban joyas. Hasta en las peores ocasiones había quien sacaba el ladrón que todos llevamos dentro. Alguien cubrió a la Virgen con una manto del Salvador y con un repostero del Ayuntamiento. Regreso en silencio. Incluso así estaba hermosa...
Al día siguiente aquellos hermanos analizaron la imagen. Alguien encontró la mano caída de San Juan entre las cenizas. La Virgen tenía rota la corona y el rostro desfigurado. Alguien se acordó de María Coronel. Pero algo faltaba: definitivamente el fuego había consumido las manos de la Dolorosa de San Juan de la Palma. Rápidamente se limpió el paso, alguien trajo un manto para la Virgen y allí delante se celebró un cabildo para decidir qué se hacía. A los hermanos les costó hablar. El horror estaba dibujado en los ojos de la Dolorosa. Dicen algunos que alguien vio bajar algo parecido a los ángeles lampareros de la capilla. Misterio. Al terminar el cabildo se dijo oficialmente que el escultor Antonio Susillo restauraría las imágenes y le haría unas manos a la Virgen...
Una mentira piadosa. Eso es lo que cuentan las abuelas de San Juan de la Palma. ¿Quién se iba a atrever a hacer unas manos a una Virgen que te miraba de aquel modo? Tenía que ser alguien venido de otro mundo. Por eso dicen las abuelas del lugar que allí nace el Domingo de Ramos. Porque cada año una Virgen está de estreno. Todas saben que hay quien viene de lejos para que todos los años se cumpla el rito y el refrán.

“Domingo de Ramos. Quien no estrena, no tiene manos...”

6 comentarios:

el aguaó dijo...

Pedro Caderón de la Barca decía: "La mayor victoria: vencerse a sí mismo", y puedo dar fe de que tu lo has conseguido, querido Rascaviejas, porque te has superado con este artículo.

Me ha encantado, la historia es bellísima, y creo que la forma de contarlo tiene muchísimo que ver. La conocía, pero no como tú la has narrado.

Felicidades.

Saludos.

Isaac García Expósito dijo...

Esta historia me trae a la memoria otra, que cuenta como evitaron que se quemara la Virgen en la Guerra Civil: la pusieron delante de un fregadero y cuando la vinieron a buscar, al verla de espaldas la ¿confundieron con una mujer?.


http://blogs.periodistadigital.com/servusveritatis.php/

trianeandoporsevilla dijo...

Que decirte después de esto rascaviejas...que no me extraña el precio que le han puesto a su libro...que donde hay calidad literaria, en estos tiempos de preogonamientos indefinidos, usted saca su saber escribir y nos ofrece esto.
Muchas gracias de corazón.

Patero dijo...

Increíble pero cierto Señor Roldán...Magnífico.

Reyes dijo...

Ha tocado usted mi punto débil, que es Ella, y conociendo la historia me ha emocionado igual que cuando la oí por primera vez.

Enhorabuena, narra usted las historias además de estupendamente, con el corazón.

Isaac García Expósito dijo...

¿Cuál es la mentira piadosa, la que cuenta que las manos las hizo Susillo o la que dice que todos los años los ángeles le bajan unas manos a la Virgen?.

A mí me parece más creible la segunda.

Enhorabuena profesor.


http://blogs.periodistadigital.com/servusveritatis.php/