6.9.09

7 DE SEPTIEMBRE. LA ESTRECHA

Casi nunca hubo manera. Te llegué a prometer la Vida, pero nada de nada. Ni a oscuras, ni en celada, ni estando ya la casa sosegada... Siete Revueltas podía dar y siete rincones buscar... Nueva negativa. Y mira que lo intenté de todas la formas. Poniendo cara de Inocentes, armándome de valor como un Hidalgo de Agüero, inspirándome en lugares de fuera, que si Talavera, que si Huelva...Nada de nada, tú siempre con la tontería esa de que formabas parte de las Doncellas y de las Vírgenes... Y mi mano siempre dispuesta: corchetes, botones, cremalleras, huecos imposible...siempre me encontraba en el lugar inoportuno, si Feria, feria estrecha, si Regina, reina de las apreturas; si Placentines, estrechez de placentines... Mira que yo lo intentaba, hasta por la vena cofrade: mira que hay que cumplir las reglas, con perdón, y tirar por el camino más corto, y ya se sabe que lo más corto es el camino recto y que sobra este botón, y esta farola y este deambulante, y esa musiquilla, y esa mano, que quitaba una vez de aquí y otra de allá, y no toques que hoy no toca, ni tú tampoco y ni en Dados me tocaba el tira porque me toca, porque no me tocaba, ni te tocaba nunca...

Llegué a pensar en Espadas que también fallaron y en Arrayanes que demostraron ser imposibles y en lanzas que sólo me definían a mi y a mis partes, porque para lanzado sólo servidor, que tú, por muy Artemisa que te vistieras y por muchos Rocíos que te despertaran no había espalda de San Andrés, ni Costanillas, ni judíos de Levíes, ni Espadas de San Clemente que te hicieran torcer tu Barco. Llegué a encomendare a la Divina Pastora y hasta el mismísimo Ruiz Gijón... nada de nada. Imposible palpar, intuir, desnudar, vivir, sentir... Más aguante que Leonor Dávalos y pocas ganas de Recreo... Ni con los archeros de cinco emperadores te pude asaltar. Hasta llegué a pensar en tus Dos Hermanas... Y eso que sólo buscaba algo normalito, que los records Güines quedan para otros... Creo que me di por vencido hace tiempo... Hay lugares que no tienen remedio, pensaba...

No sabía que venía lo peor. Ya no era sólo allí. Últimamente se ha convertido en algo general. Ya ni en los lugares amplios... Los que hablaban de abrir las alamedas ahora las hacen pequeñas... Que si la Cruz Roja, que sin San Jacinto, que si el Cristina... Se te pone un carrilito, o dos, se te ensanchan las aceritas o se te quita hasta el último lugar para meterte mano... ¡Me doy por vencido!. No puedo más. Búscate otro...

Y te lo digo a la cara: ¡estrecha, que eres una estrecha...! A ver si encuentras otro mejor, que los que dejas que te gobiernen son todavía más estrechos, de mente, que tú...

8 comentarios:

eres_mi_cruz dijo...

¿podría indicarme cuál es el camino más corto para esquivar las reglas?...
el recto ese que usted dice ¿por dónde queda?...

¿por qué me estoy acordando del chiste aquel del niño cabezón que no pasaba por el callejón estrecho?...

Rascaviejas dijo...

Cuente, cuente, que aquí no se entera nadie...

eres_mi_cruz dijo...

la entradita se hace la estrecha...
sólo dos truquitos y...

eres_mi_cruz dijo...

como la seda...
pero no una seda cualquiera, no...
de la Alcaicería...

Lorenzo Blanco dijo...

Desde luego Maese Rascaviejas, la entrada de hoy es de nota.

Hablando de estrechas. ¿Conoce usted la casa con la fachada más estrecha de Sevilla?

También se merecería una entrada.

Saludos

Diego Romero dijo...

La salida también se merece una entrada, profesor... ¡Oy ,coño! lo que "masalío": la entrada y la salida. Hoy tengo el día tonto.

Reyes dijo...

Nada más fantástico para unos amores en ebulición que una calle estrecha.
Su relato, maravilloso.

Anónimo dijo...

Como decía el amigo Rosendo con sus Leño... "no era fina, sino estrecha".