29.9.08

30 DE SEPTIEMBRE. ORO AL PESO

“Todo comenzó aquella mañana del 30 de septiembre de 1958 con el descubrimiento casual del tesoro del Carambolo. Como en aquella época yo era catedrático de Prehistoria e Historia de España Antigua y Media en la Universidad de Sevilla, y delegado de zona del Servicio Nacional de Excavaciones Arqueológicas, fui convocado con otros arqueólogos sevillanos en las oficinas de un Banco, cuyo secretario lo era también de la Sociedad del Tiro de Pichón, en cuyas instalaciones se había descubierto el tesoro. Cuando en aquella tarde memorable tuve en mis manos aquellas joyas, con el deslumbramiento correspondiente, mientras mis colegas tanteaban todas las hipótesis posibles para su clasificación (visigodas, bizantinas, precolombinas, musulmanas), yo fui rebatiéndolas una por una; para terminar afirmando que eran tartésicas. Fue, sobre todo, un acto de intuición. El análisis que iba haciendo de todos sus caracteres y circunstancias me convenció muy pronto de que eran indígenas y del segundo cuarto del milenio (750-500) primero antes de Cristo... Cuando los señores del Tiro de Pichón nos llevaron al lugar del hallazgo, yo les pedí permiso para emprender su excavación... Esta excavación puso al descubierto las ruinas, calcinadas por un incendio, de una gran cabaña oblonga, de unos metros de eje mayor por unos 4,5 de eje menor, sin cimientos aparentes, cuyas paredes debieron ser varetas o cañas, sujetas con unas pellas de barro que al cocerse con el fuego conservaron sus nítidas imprimaciones. Pudieron emplearse también adobes que el calor del incendio fundió. El expolio de la excavación consistió principalmente en una cantidad prodigiosa de cerámicas, todas fragmentadas, en las que al cabo de una paciente y minuciosa clasificación pudimos ver hasta veinte variedades. Ni una sola pieza completa. El resto del ajuar fueron dos puntas de flecha de cobre, algunas barritas de punta aguda que pudieron ser puntas de fíbulas, tres molinos de manos de piedra, con base arqueriforme, huesos de animales, conchas de almejas y una especie de cuchara de barro cocido, con ranuras cruzadas en el lado cóncavo, de tipo eneolítico...”
Con la emoción propia del momento, así hablaba el profesor Juan de Mata Carriazo del descubrimiento del Carambolo. Un tesoro singular en las manos de un arqueólogo singular que llegaría a dar nombre a otro bronce tartésico descubierto en el mercadillo del jueves. Piezas de oro viejo de una cultura llena de misterios. De importancia fundamental en nuestra historia. Salvo algún alcalde despistado, no hay quien las vea... ni las toque. Las guarda un banco y sólo vemos una copia en el museo.
Oro viejo de Tartessos en una caja fuerte. Empeñado. En tiempo de crisis... Si Argantonio levantara la cabeza...

25.9.08

26 SEPTIEMBRE. REFUNDACIÓN


Se sentía joven y con ganas de pasar a la historia. Recordaba que unos jóvenes como él refundaron la antigua cofradía de la Bofetá. Habían leído un libro de esos clásicos sobre la Semana Santa que todo el mundo tiene, que todo el mundo cita y que nadie lee. Por eso, delante de aquella imagen dejaba volar la imaginación. Ejercicio libre y barato. En el silencio del antiguo convento dominico, acudía a verla casi a diario. Había otras imágenes: del Amparo, de las Fiebres, del Carmen... Unas más conocidas y otras menos. Pero a él le interesaba la más olvidada. Decían que era de Pedro Roldán. De la primera época. Era de talla completa y con ciertos aires castellanos. En sus manos entrelazadas y en su mirada hacia el cielo recordaba su antigua historia. Fue la titular de la más noble cofradía de la ciudad, la más rica, la más devota. Pero la historia era así. De su patrimonio apenas quedaba un palio por aquí, la imagen de un Cristo por allá. Detallitos de esos que sólo sirven para los concursos de cultura cofrade. Poco más. Y la Virgen de las manos entrecruzadas en un rincón perdido, acumulando polvo y olvido. Hasta que el joven, sin más armas que su valor, decidió ponerse manos a la obra. Obras son amores, que no buenas razones... Habló con otros amigos y decidieron que pasarían a la historia. Sí señor. Aquella antigua imagen lo merecía. Pensó en la entrevista. La preparó. Eligió el vestuario. Vestido casi de Domingo de Ramos se presentó ante el párroco. Su sotana todavía lo situaba en unos tiempos más pretéritos que los de la antigua hermandad, casi con los mismos títulos y con la misma historia. No se anduvo con rodeos, pues el cura no era hombre de florituras. Armado de valor le dijo el motivo de su visita:
- Es nuestra intención volver a refundar la hermandad.
El gesto de seriedad del párroco lo dijo todo. Unos segundos eternos de silencio y la negativa. Silencio maestrante o de antiguos primitivos. A continuación, la respuesta. Negativa. Una auténtica homilía. Como había pasado el tiempo de los melones, llegó el tiempo de los sermones. Un discurso en tono negativo en el que mandaba la audacia del joven más allá del Cerro del Águila. Pero el joven no se achantó ante la negativa. Torres más altas habían caído. Sobre todo en una ciudad acostumbrada a los derribos de Pavón. Su respuesta fue memorable:
- Pues sepa usted que, por ley de vida, se va a morir antes que yo. Y yo voy a ver refundada esta hermandad.
Años más tarde el párroco falleció. No sabemos que sorpresa nos deparará la ley de vida de la Semana Santa...

22.9.08

23 SEPTIEMBRE. CHARANGA Y PANDERETA


Año 1845. Llegaba a Sevilla Louis Adolphe Thiers, el político historiador más influyente de la Europa de su tiempo. Como todo buen visitante ilustre a la muy noble y muy leal ciudad, vino cargado con esa especial aureola de importancia que se da al que viene de fuera. Se movilizaron las fuerzas vivas del lugar para mostrar lo mejor de una ciudad y para rendir pleitesía y agacharse hasta las posiciones más indignamente habituales en este tipo de casos...
- No era para menos-, decían en los influyentes círculos de la ciudad- ¡El Gran Thiers!.
A saber. Gran historiador y político. Nada menos que primer ministro de Francia tras la caída de Calos X, motivada, en buena medida, por un artículo suyo. Nada menos que un ministro del Interior francés que después también lo fue de Asuntos Exteriores. Pero no sólo eso. Thiers era también gran intelectual, académico y escritor. En aquellos día trabajaba en su gran obra, El consulado y el imperio. Quizás demasiadas ocupaciones para alguien tan veleta: atacó a la monarquía, se alió con ella, estuvo en la izquierda y también en la derecha.
Había llegado a Sevilla la tarde del 20 de septiembre. Se hospedó en la posada Europa, en la calle Gallegos. Hasta allí se encaminó lo más selecto de la ciudad para mostrar sus respetos. Nulo empeño. El gabacho no atendió a nadie. Incluso un concierto preparado por sus compatriotas fue recibido con bostezos e indiferencia. Porque Thiers venía a lo que venía. López Cepero cuenta a qué dedicó el día 21 de septiembre: “Estaba dispuesta una novillada y concurrió a ella dicho personaje, rodeado de gente juglar y baladí, muy poco conforme a la categoría que se le supone, y con esta chusma pasó toda la noche en un corral de la calle Jimios, entre gitanos y mujerzuelas, lo más asqueroso que se usa en las fiestas de candil a que sólo aun entre la gente canalla suele verse algún día de campo, estando desterrado en todo lugar y tiempo de la gente de mediana educación y decencia”.
No fue juerga corta. Nada menos que tres días anduvo el ilustre invitado entre el puterío congregado en el famoso corral de Jimios. Corrió el mosto y otros néctares menos decentes, destacando todos los presentes la alegría de tan egregio invitado, que llegó a hacer “cosas ajenas no ya de persona de muy alto rango, sino de todo hombre de regular educación...”. Mientras, la intelectualidad sevillana buscaba a Thiers para enseñarle el museo, las academias, el liceo filarmónico y otras tantas grandezas de la ciudad. Vió la catedral, con retraso y a regañadientes. Regresó a Francia seis días más tarde. Apenas se despidió, pero muchos vieron en su rostro la sonrisa de la satisfacción.
Sevilla eterna: vino, toros, putas y juerga... Todavía no se había inventado el AVE.


A Jesús Cotta, que entiende de tópicos y de amistades

20.9.08

21 DE SEPTIEMBRE. LA PLAZA DEL PAN


Hoy vas a la calle a disfrutar y a llorar. A enfrentar nuestros más íntimos desesos con las más crudas realidades. Y si es posible, a mejorar algo la ciudad, que no digas que no te doy ideas...
Busca en tu biblioteca. Seguro que tienes un pequeño librillo olvidado que escribió Luis Cernuda. Quizás lo hayas leído, pero es bueno leer sintiéndose protagonista, y para eso su ciudad tiene mil y un rincones. Rincones donde habita el olvido, rincones con las horas contadas, rincones para vivir sin estar viviendo... Siento pedirte otra cosa. Menos poética. Busca entre tus herramientas. Y si no, ve a la ferretería. Compra un martillo gigantesco, de esos que los albañiles llaman machotas, y no seas mal pensado...
Con tan singular equipo ve a la plaza del Pan. Sí, ya sabemos que se llama de Jesús de la Pasión pero es que en Sevilla hay lugares que el pueblo todavía conserva, por lo menos en su memoria colectiva. Aquel lugar es uno. Pan de Alcalá en viejas alforjas de un tiempo en sepia ya pasado. Siéntate donde puedas. Mira alrededor. En la fachada del Salvador unos trampantojos pintados intentarán engañarte haciéndote creer que son ventanas. Siluetas barrocas de campanarios y tiendecillas. Perfiles de un aire diferente enmarcados por el almagra de tus antepasados. Unas columnas entre las tiendas te hablarán de la historia de aquel rincón. Cerámicas azules y blancas mezcladas en los ladrillos de una cúpula te contarán que Sevilla fue una ciudad cargada de algo que alguien definió como la gracia, dicho con esa “c” que aquí tanto nos cuesta. Una vez sentado, abre el pequeño libro de Cernuda. Ocnos. Capítulo Las tiendas”. Lee para tus adentros, que la belleza interior es todavía mejor que la exterior. Oirás a aquel dandy hablarle con estas palabras: “En esas tiendecillas de la Plaza el Pan cada uno de los objetos expuestos era aún cosa única, y por eso preciosa, trabajada con cariño, a veces en la trastienda misma, conforme a la tradición transmitida de generación en generación, del maestro al aprendiz y expresaba o pretendía expresar de modo ingenuo algo singular y delicado. Su atmósfera soñolienta aún parecía iluminarse a veces con el fulgor puro de los metales y un aroma de sándalo o de ámbar flotar en ellas vagamente como un dejo rezagado”. Disfruta de esas palabras y cierra el libro. Cierra los ojos y déjate llevar por la música de las palabras. Mira la plaza en conjunto. La música está hora cautiva de otros deseos. Acaban de intervenir sobre la plaza, que así dicen los neocursis. Mira el espantoso suelo que le colocaron. Mira el engendro del centro. Lo llaman farolas. Unos tubos metálicos de espanto que acaban con la estética, con la gracia y con las ganas de vivir en esta ciudad. Piensa en Cernuda. Nació un día como hoy de 1902. Su memoria no merece esto. No te quedes quieto. Rebélate y actúa. A martillazos. Tira dos o tres de esas monstruosidades. Si te llaman la atención, le echas la culpa a un tío loco que escribió un almanaque. No te preocupes, que más grafitis hay alrededor y seguro que no han multado a nadie. Acaba con la farolas, por Dios. Que si no, los insensibles de la piel sensible, los nuevos catetos modernos y los horteras nuevos ricos acabarán con la ciudad. Cuando termines piensa en Cernuda. Una vez te habló de Placeres prohibidos. Son los mejores...

15.9.08

16 SEPTIEMBRE. MALTRATO



16 septiembre 2004. Agencias. Denuncia por maltrato a su esposa al negarse cinco días seguidos a mantener relaciones sexuales.

A. P. S. , un vecino de Sevilla que ha decidido permanecer en el anonimato denunció a su esposa en el juzgado de guardia por lo que considera "trato indigno" al negarse a hacer el amor durante cinco días seguidos, dijeron a Efe fuentes judiciales. Según estas fuentes, la denuncia se presentó la semana pasada por un hombre que acudió a la sede del juzgado de guardia en el Prado de San Sebastián de Sevilla, y denunció que su esposa llevaba cinco días seguidos negándose a mantener relaciones sexuales con él. En la denuncia, el hombre consideraba que tal actitud era un "trato indigno" y un posible delito de maltrato doméstico.
El juzgado de instrucción 5, con el apoyo del fiscal, archivó la denuncia por considerar que los hechos no encajan en ningún tipo penal, añadieron las fuentes, que precisaron que tampoco se tomó ninguna medidas complementaria como llamar a declarar a la denunciada.
Los círculos cercanos al protagonista de la historia parecen haber iniciado una cruce de declaraciones sobre las causas de la denuncia. Mientras que la cuñada política, la mujer del tendero y la dependienta de la tienda de Vodafone han incidido en que el denunciante ya no mandaba flores por primavera ni le escribía cartas de amor; el cobrador de la hermandad sacramental ha apuntado el cambio del desodorante del denunciante como posible causa de la falta de apetito sexual de su cónyuge.
“Todo pudo empezar el día que A.P.S. abandonó el Patrico tradicional salpicado de Varon Dandy y lo sustituyó por una colonia de imberbes”- manifestó el vendedor de cupones de la esquina al redactor de esta agencia, mientras endiñaba a nuestra frágil economía varios números del sorteo especial de verano y algún que otro rasca. Sin suerte (inciso).
Otras fuentes, aparentemente igual de desinformadas, entre las que se encuentran el gorrilla tradicional de la calle, el revisor del butano y el repartidor chino del restaurante “Polla Feliz” (sic) insistieron en la maldad y la alevosía de la denunciada, llegando uno de ellos presentar una nueva demanda contra su esposa a la que acusaba de no hacer “las comiditas ni en el momento, ni en el lugar, ni con la delicadeza apropiada”, no habiendo trascendido más detalles sobre el hecho denunciado, sobre su alusión al tipo de comida o a la traducción literal de los términos en que se formuló la denuncia.
Por otra parte, algunos de los defensores del denunciante han apuntado la posible fundación de una asociación con las siglas del denunciante, A. P. S. , traducible como “ A Palo Seco”, un foro de ideas para luchar contra la sequía sexual en cualquier estación del año...
A veces, es difícil separar la realidad de la ficción...

12.9.08

13 SEPTIEMBRE. REALITY


ABC. 13 septiembre 2007.
La Audiencia de Sevilla ha condenado a siete años y medio de cárcel a un hombre que intentó matar a su compañera, para lo cual le aturdió con una prenda impregnada en alcohol, se sentó sobre ella y le taponó la boca y la nariz con las manos para impedirle respirar. La sentencia de la Sección Primer explica que el acusado A.J.R., de 48 años y conductor nocturno de Lipasam, agredió a su compañera en su domicilio de Dos Hermanas (Sevilla) hacia las 6.30 horas, cuando regresó de trabajar. Para ello, cortó la luz de la vivienda, subió al dormitorio, echó el pestillo y se sentó sobre el abdomen de la víctima a la vez que le presionaba la cara con un albornoz empapado en alcohol con la intención de aturdirle e impedirle respirar. Cuando la mujer consiguió quitarse la prenda de la cara, el acusado "le metió la mano en la boca hasta el punto de que dos dedos le llegaban casi a la garganta y con la otra mano le tapaba los orificios de la nariz, nuevamente con intención de matarla y para que no pudiera respirar", según los jueces. La víctima consiguió propinarle un fuerte empujón y quitarse de encima al procesado, a continuación sufrió un fuerte golpe de tos, vomitó y en ese momento abrió su teléfono móvil, mostró a su compañero la imagen de sus tres hijos menores y le preguntó "qué estaba haciendo". Añade la sentencia que el procesado agarró a su compañera por la garganta, aunque "no se ha probado que lo hiciera con la fuerza suficiente como para impedirle respirar" y estando así cogida, le decía "ahora siento lo que sienten los hombres cuando matan a sus mujeres". La víctima prometió al acusado "que volvería con él, que bajaría y haría café", momento que aprovechó para huir de la habitación, pedir ayuda a su hijo de 12 años y salir de la vivienda, dirigirse a la casa de su hermana, que estaba próxima, e interponer una denuncia. El acusado dijo en el juicio que él fue golpeado primero y que sólo se defendió de dicha agresión, pero los jueces consideran demostrado que intentó matar a su compañera. Así, destacan que el acusado desconectó la luz de la vivienda, tomó un albornoz, lo impregnó con alcohol y cerró el pestillo del dormitorio, todo ello unos días después de que la víctima le comentase su intención de separarse. Además, los forenses certificaron unas lesiones en la víctima "compatibles con una agresión por sofocación" y recogen el testimonio de una de las primera personas que la asistieron, a quien la mujer repetía: "Cuñado, me quiere matar". Junto a los siete años y medio de cárcel, la sentencia impone a A.J.R. la prohibición de acercarse durante 5 años a la víctima o su domicilio y a pagar una indemnización de 6.236 euros.
No te cabe duda: vives en una telenovela. No sabes si fuera o dentro de la pantalla...

9.9.08

9 SEPTIEMBRE. TIERRA PROMETIDA



Fraternidad, justicia y trabajo. Bellas palabras como lema para un bello y mísero país. Las palabras se las lleva el viento. Porque aquellas dos almas, a pesar de su juventud, llevaban toda un vida sintiendo que aquel lema no se cumplía: no sentían la igualdad de un hermano en sus políticos, no notaban el equilibrio de la justicia en el día a día de sus vidas y, casi lo peor, no tenían acceso al trabajo. Hambre en el estómago y hambre de justicia. Una situación límite para buscar una salida desesperada. Fuera de aquella tierra lejana...
Planearon con tiempo el escondite. Aquel enorme barco del puerto de Kotonou era el elegido. Tenía bandera turca. Les habían hablado de unos huecos que se formaban entre la carga, el espacio suficiente para aguantar el tiempo que fuera necesario. Y estaban dispuestos a aguantar lo que hiciera falta.
Cargados de esperanza, aquellos polizones de la miseria se hicieron un hueco entre la carga: toneladas de trigo, el pan de muchos agraciados camuflando el hambre de dos desgraciados. Metáfora trágica de la vida...
El viaje no fue largo. Fue eterno. Ocultos entre la carga, se acostumbraron a respirar poco, a beber menos y a comer casi nada. Se imaginaban a sus antepasados cargados de cadenas camino de Brasil y se sentían reconfortados por el peso de su único bien. El de su libertad. No tenían otra posesión. El mundo exterior había quedado reducido a los sonidos que les llegaban del otro lado del muro. Un muro de toneladas de trigo que oprimía hasta el último rincón de sus hambrientos corazones. Sonidos lejanos que fueron dibujando un largo recorrido: la calidez del golfo de Guinea, la sequedad del Sáhara, el rezo musulmán de Marruecos... sonidos lejanos que día tras día se hicieron más imperceptibles. La vida se iba convirtiendo en un puro espejismo para dos almas anónimas en un rincón del mundo. Quizás llegaron a sentir la entrada en aguas de un río que alguien llamó grande. Río de vida hacia el interior de un nuevo continente. El destino estaba cercano. Una tierra de promisión que se intuía en aquellas palabras lejanas tras la carga: hablaban de una ciudad hermosa, luminosa, llena de Esperanzas... Fin de trayecto y descarga en el puerto. En el aire se oyó la palabra Sevilla. Hubo oídos que no oyeron y almas que no sintieron. Cuando retiraron la última tonelada de carga, alguien descubrió la miseria de los polizones. Un rincón olvidado del mundo. Era un día de septiembre de 2001. El trabajador escupió al mundo una dura realidad:
- ¡Eh, venid, aquí hay dos negros muertos!
Dos almas anónimas. Nuca se supo sus nombres. Los nombres se olvidan...

6.9.08

NO ESTÁN TODOS LOS QUE SON...



pero todavía pueden estar...

Ya saben que próximamente el almanaque, d.m., se convertirá en un almanaque de papel. Hace ya tiempo que comenzamos a regalar historias y hubo amigos que incluso nos regalaron las suyas. Va llegando el momento de hacer un recuento de las dedicatorias del libro. Puede haber fallos y olvidos imperdonables. Ayúdenme a solucionarlos. Elijan la historia que más les gustó, que ya va quedando poco tiempo y todavía hay asiduos visitantes de esta página que merecen mil y una historias dedicadas...
Un primer tanteo sería, aproximadamente así:

PAREJA DE HECHO A Javier
PREONERO DE GLORIAS (RANCIAS)A eresmicruz
CHAMPÁN A delporvenir
PESADILLA DE AGOSTO A Juanma
QUIJOTE A Ricardo
EL REGRESO A los niños de Glauca
CINÉFILA A Anónimo de Castilla
AZUCENAS MARCHITAS A Francis
MOROS A José Luis
MUÑECOS BONITOS A Zapateiro
LA REVERENCIA A Pregonero de Sevilla
LA VIRGEN A Orfila
MONTESINOS A Bogar
JOYAS A Lacava
EXPIRACIÓN A Moe de Triana
PRISIÓN A Juan Pedro Recio
EL ROMANO A Reyes, dama de sevillano nombre.
DIOS DE DIOS A José Iván Martín.
CRÁPULA A Óscar Gómez
EL INCENDIO A Rocío Plaza
MARINA A Marina
CASA CORNELIO A Matilde.
PUTA A azulyplatapuro
TORCIDA BRASILEÑA A María Dolores del Santísimo Sacramento
CRUZ DE MAYO A alguien de la Cava
CARTA MUDO SANTA ANA A Rosa
EL EXAMEN A Luis
INDIGESTIÓN (HUESOS DE SANTO) A La Canina que sigue cavilando
COMPLETAS A mis hermanos
EL CRUEL A El Aguaó.
TRASLADO A Julio
SANTO VARÓN A Fernando García Haldón
LUIS GONZAGA A Luisito
LA COPA A Laura
ESTANILAOS A Manolo Patolín
SAN FRANCISCO A Paco Robles
TU NOMBRE A Natural de Sevilla
EDUCACIÓN A Quique Sánchez
TIERRA PROMETIDA A Maribel
NACIMIENTO DE UNA ILUSIÓN A Pepito
LA CRUZ Y LA CALAVERA A las monjas del Pozo Santo
ALMAS A Consuelo
PRIMITIVO A Rafael Jiménez Sampedro
PADRE PUTATIVO A Pepe
EL GIGANTE A Cristóbal Cervantes
SALIDA EXTRAORDINARIA A Hércules y Trajano
LA MURALLA A Herrera, Carlos.
CAPOTAZOS A Víctor García Rayo
MATEMÁTICO EN CUARESMA A José Antonio Rodríguez
ROSARIO AURORA A Carlos Romero
LA MAGDALENA A Maleni
LA MANIFESTACIÓN A Natalia
CIGARRERAS A Lidia
FARFÁN Al Pepe Luis de internet
PRINCESA A la Reina mora
BARRIO SÉSAMO Al canónigo Alberico
CARTA A LOS REYES A Esteban Romera.
EXPOSITOS A Rosa Expósito
PREGONERITO A Álvaro Pastor
HISTÓRICA A Antonio Cabello
PASITOS A Francisco Santiago

...Su historia está por elegir...

1.9.08

1 DE SEPTIEMBRE. EL CRUEL


La brisa de la tarde ha traído el lamento a tu memoria. Llanto por lo perdido. Llanto por lo olvidado. Antigua calle Real y realidad de un viejo barrio. Real de San Luis. El de los Franceses. Primo de un rey de España. Más santo. Los hubo más justicieros. Y más crueles...
Junto a la vieja arquivolta el ciprés se ha inclinado. Quizás, cansado por el peso de los años. Quizás, cargado de secretos inconfesables. Quizás por eso, se alió con el viento de la tarde para contarte algo. Susurrado con el calor de una tarde de septiembre. Resistencia al paso del tiempo. Resistencia del verano maduro que ve su final entre las torres mudéjares de un viejo barrio.
Plazuela de San Gil. Un ermitaño de origen griego. Anacoreta y milagroso. Defensor de pobres tullidos y arqueros. Con un ciervo a sus pies. Abogado de pecadores y conversor de reyes. Salvo de algún justiciero. La ventanas apuntadas se han aliado con el viejo ciprés. Unas cabezas de clavo góticas parecían haber sellado su boca. La brisa sobre el antiguo cardo desclavó ss labios. Libre como el viento. Al oído te cuenta un susurro:
Fue en esta vieja plaza. Media edad del tiempo. Sevilla ya era cristiana. Coronada de arcos moros. Al pies de la iglesia se cometió una fechoría. Había fallecido un viejo feligrés del barrio. Los parientes pidieron al cura cristina sepultura. No la concedió. Triste realidad. No tenía el dinero suficiente. Injusticia en época de reyes justos...
Cuenta el susurro que el rey Pedro fue informado y que, veloz como el viento, se plantó en la puerta de la iglesia. Céfiro hispalense. Llamó al cura y le pidió cuentas. Narró lo sucedido. El que llamaban Justiciero ordenó cavar al cura una fosa. En la misma puerta. Trazó, procedió y concluyó. Al terminar todo el mundo esperó. Faltaba el muerto. Ahogo en el corazón de los presentes. Todos esperaban la orden de traslado del viejo difunto. ¡Qué error el suyo!... El Justiciero se volvió cruel. Por la calle Real se oyó la orden. Retumbó hasta en los tuétanos...
-“Entierren al cura vivo. No hay justicia para el injusto...”.
Los gritos envolvieron la ciudad con un ropaje de terror. Tembló hasta el último ladrillo. Un vivo enterrado a los pies de la iglesia. Poe sevillano. Iglesia de San Gil. Todavía no habitaba la Esperanza. Allí se colocó una cruz. Recuerdo de una crueldad. Anticipo de odios fraternos y de maderas quemadas. Tierra de hermanos y hermanastros. Como el del rey don Pedro...
1 de septiembre. San Gil. Abad. Ciprés mirando al cielo. En el susurro de la tarde se te ha metido el terror en el cuerpo. Crueldad de justiciero. A lo lejos se oye un lamento. Alguien debería escucharlo....
¡Qué solos se quedan los muertos!