1.6.09

1 DE JUNIO. EL QUE MÁS

No había nacido Rodríguez Buzón. No pudo, por tanto, contar aquello de toda la gente y de todas las cosas que lloraron. El Chanquete de la Edad Media... Lo narró un cronista de la época. Tiempo de panegíricos y de lamentos exaltados. Posiblemente exagerado e interesado. Pero con mucho fondo de verdad. Año 1252. Había muerto Fernando III, una de las figuras que más contribuyó a que Sevilla sea lo que es. Con el tiempo llegaría a la santidad. En aquel momento fue llorado como pocos, por amigos y por antiguos enemigos. Llantos, lamentos, gritos y tirones de pelo. Una escena digna de ser vivida:
“¿Quién podría decir ni contar las maravillas de los llantos grandes que por ese santo e noble bienaventurado fueron hechos por Sevilla donde fue su finamiento y donde su santo cuerpo yace, y por todos los reinos de Castilla y León? ¿Y quién vio tan alta dueña de tan alta guisa y tanta doncella andar descabelladas y rascadas rompiendo las fazes, tornándolas en sangre y en la carne viva? ¿Quién vio tanto infante y tanto rico hombre y tanto infazón y tanto caballero y hombre de prestar balandrando y dando voces, mesando sus cabellos y rompiendo las frentes y haciendo así muy fuertes cruezas? Las maravillas de los llantos que la gente de la ciudad hacía no hay hombre que lo pudiese contar”.
Tras el responso del arzobispo don Remondo, los restos del rey santo fueron enterrados a los pies de la Virgen de los Reyes. La antigua mezquita se convertía en panteón real. Sobre la tumba recién sellada se proclamó rey a Alfonso X, el primer panegirista de su padre. Dos muestras. Así trató el nombre de su padre en un acróstico:
Fe.
Entendimiento para conocer a Dios.
RReciedumbre de voluntad y de obras.
Amigo de Dios.
Nobleza de corazón en todos sus hechos.
Derechurero y leal tanto en palabras como en obras.
Ombre de buenas maneras y costumbres.
Otra muestra: el texto de la tumba de su padre en la capilla real:
“Señor de Castilla y de Toledo, de León , de Galicia, de Sevilla, de Córdoba, de Murcia y de Jerusalén. El que conquistó toda España. El más leal, y el más verdadero, y el más franco, y el más esforzado, y el más apuesto, y el más granado, y el más sufrido, y el más humildoso, y el que más temía a Dios, y el que más le hacía servicio, y el que quebrantó y destruyó a todos sus enemigos, y el que alzó y honró a todos sus amigos y conquistó la ciudad de Sevilla que es cabeza de toda España”.
Alfonso X. Un rey Sabio. Un buen rey. Buen hijo...
Sólo le faltó tatuarse “Amor de padre”...

6 comentarios:

Rascaviejas dijo...

Ya puestos, una pregunta intrascendente: por gusto o por obligación ¿qué texto o imagen se tatuarían?

Canónigo Alberico dijo...

adobo´s power en un brazo y en el otro croqueta en elfico que no?

Lorenzo Blanco dijo...

Después de lo del Betis, amigo Rascaviejas, uno lo que está es para lamentos exaltados como los de su texto.

ANTONIO SIERRA ESCOBAR dijo...

"El Betis, puede matar"
Ser bético perjudica seriamente la salud.
"El Betis provoca el envejecimiento de de la piel de gallina"

Lamarque dijo...

Por mucho que exageremos, nuestro Rey Don San Fernando jamás fue Señor de Jerusalén, sino de Jaen.

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Reyes dijo...

¿Porque veo al Betis en todo lo que leo?...
¿Tatuarme? jamás, pero en caso de vida o muerte mi tatuaje sería el número 11.