Corría el año del señor de 1609, reinando su católica majestad don Felipe III en el imperio donde no se ponía el sol y asistiendo a la ciudad don Luis Méndez de Haro, marqués del Carpio. Escapóse del llamado hospital de San Cosme y San Damián, vulgo de los Inocentes, un tal Pedro Lobo, singular demente conocido en las calles de la ciudad por su afición a andar en cueros, a recitar refranes y dichos populares y a asaltar carnalmente a cuantas mozas casaderas y no casaderas estuvieran a su alcance. Corría el mes de enero, cuando tan singular loco volvió a amedrentar la collación de San Julián: lanzando al aire su grito de guerra “tú eres vino, yo soy cuero” fueron muchas las señoras del barrio cuyas faldas fueron arremangadas, cuyo escotes fueron hurgados y cuyas caderas fueron achuchadas por aquel lascivo individuo. Fue doña Inés de Sotomayor, vecina de San Julián, la que denunció el asalto del pirado al grito de “mujer que al andar culea, bien se yo lo que desea...”, narrando entre sollozos y alguna afectada mueca que el loco palpó sus muslos, acarició sus nalgas, besó sus pechos e incluso llegó a mayores... “No hay cosa más rica, que rascar donde pica...” cuentan corrillos de damas de la zona que fue la señal indicada por la que Pedro Lobo pasó a mayores, tocando, con frenesí, deseo y hasta delicadas formas y maneras, la entrepierna de tan gentil dama, que hizo muestras de rechazo, de sometimiento y hasta de cierta aceptación de los tocamientos internos del depravado... Más atrevido fue el encuentro con doña Beatriz Porras, una hermosa dama de verdes ojos, al sitio de San Marcos. En cueros, con su eremítica melena al viento y su singular badajo al aire, el osado asaltante gritó por la espadañas de la zona “agua de las verdes matas, me tumbas, me matas, me haces andar a cuatro patas”.Y en la referida postura colocó a la gentil dama, siendo rascados blusón, enaguas y enagüillas, siendo asomado pollón y siendo derramada aguas y hasta agüillas.... Narran las malas lenguas que el maldito loco adoptó mil y una formas para sus asaltos, y que como “comer y rascar todo es empezar”, sus escarceos fueron cada vez más numerosos, provocando la expectación de la collación y hasta salidas, con perdón, extraordinarias de las damas del lugar por si eran sorprendidas por tan popular demente, un insolente en cueros que durante todo el mes de enero hizo suyo el dicho de “nunca digas que este loco no es mi padre, ni esta polla no me cabe”, grito de guerra que esperaban oír los caballeros del lugar ansiosos de vengar los placeres que sólo aquel trastornado podía brindar. Tal fue la persecución y el cerco al que se vio sometido que, según las viejas del lugar, don Pedro se volatilizó como el mismo aire, refieren que fue un veinte de enero, ya se sabe, “San Sebastián en cueros y entra el aire por los agujeros...” Unos cuentan que murió practicando el acto, otros que se transformó en duende, algunos sospechan que se petrificó para acabar en un rincón de la Alameda y hay quien, incluso, lo coloca escondido entre los muros de las jerónimas de Santa Paula. Allí hay santos y santas, guirnaldas de pámpanos y uvas donde encontrar cobijo y donde llegar a la paz espiritual. Dicen que es la paz de las monjas. Silencio cómplice en los rincones. En el claustro grande, muchas novicias bajan la cabeza cuando, desde un monstruoso azulejo, se oyen lejanas palabras susurradas: “más vale en paz pan y cebolla, que en guerra olla y polla...”
13 comentarios:
A eresmicruz, con todo afecto y sin halagos...
ya era hora de conocer la leyenda. Como todas, apasionante.
Todos tenemos un pasado, querido profesor... "¡quelevamoasé!"
qué callado se lo tenía...
(sin que sirva de precedente)
tiene usted además de manifiesto talento literario, singular badajo y asomado pollón...
mérito extraordinario y generosidad sin límites... creo que todos sus lectores deberían ser conscientes de ésto y recibir sus libros como un regalo, previo pago de una ridícula cuota simbólica sustitutiva a la prima tonsura...
cuántas puertas secretas esconden todos esos datos, citas, dichos, rimas, leyendas, habladurías... queremos el making-off...
gracias por este texto que en todo momento supo usted me produciría violentos espamos del diafragma... tengo que decir que si bien el dolor ha sido lacerante... la alegría de su lectura ha embargado mi alma hasta el éxtasis...
a dos palmos sobre la cama reciba un abrazo de este siempre suyo, eres_mi_cruz
Muy buena la narración, y muy interesante el blog.
Un saludo
A eso de la media noche, todas se hallaban ya recogidas en sus celdas, apretando con todas sus fuerzas el rosario al que se encomendaban para evitar la tentación de asomarse al patio del lugar de su retiro, dónde se oía tambien un leve susurro que rompía el silente ambiente del convento...
Beata, beata, arremanga tus ropajes, y ábrete de patas...
Ya tenía yo curiosidad por saber de esta historia.
Genial el relato, digno de otra época.
Un saludo
Tu sigue dando ideas que verás a algún pupilo pegando voces de ese porte por el IES... ¿qué gritas del pollón joío? y dira convencido de palo a palo "-Ha sio Don Manuejesú, er de historia-"
Por fin me he enterado de quién era Rascaviejas. Y me alegro de que lo hayas rescatado del olvido. Yo también tengo un Rascaviejas dentro de mí, pero lo tengo atado con una camisa de fuerza, sobre todo cuando salgo a la calle.
Ya lo veo en los estantes de las librerias:
"Las aventuras de Rascaviejas"
Atrévase profesor. Ni Harrypoters ni alatristres, ni gaitas. Este singular loco sevillano, puede llenar muchas páginas de otro libro suyo.
Genial
Hmmm... Millenium sevillano "El rancio que no amaba a las mujeres"... "Falete en el palacio de las corrientes de aire con un bidón de gasolina..."
Aunque lo de las aventuras de Rascaviejas no estaría nada mal, con lorenzos blancos y otros muchos blogueros haciendo cameos...
"el pañuelo de Isadora Duncan no era multicolor"...
"la alumna púber a la que la historia humedeció"...
en inglés "wet teeny history x"...
y ya podrá salir con su EP de los Smiths...
Un final apoteósico.
Y eso que no hay nada mejor que una amistad sin halagos...
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