15.7.08

15 JULIO, IGLESIA MANCA


San Buenaventura en el almanaque. Doctor de la Iglesia. Franciscano fundador , que dirían los cofrades de nuestro tiempo. Vivió en el siglo XIII, época convulsa de la iglesia pero también de actividad intelectual y de renovación notable. Franciscanos frente a dominicos. La sencillez de Francisco de Asís frente a la intelectualidad de Tomás de Aquino. Leyenda o realidad. Cuentan que el dominico le preguntó en su estudio dónde estaban sus fuentes documentales y sus archivos. Con toda naturalidad el franciscano descubrió bajo una cortina la imagen de un crucificado y le respondió a Tomás de Aquino: “Mis archivos son Cristo, su cruz, su muerte y su Resurrección”. Historias medievales de una leyenda. La llaman dorada. De un santo real que en 1257 llegó a ser el General de la Orden de San Francisco, con sólo 36 años de edad. Sabiduría y savia nueva en una iglesia que quiso a unir a latinos y a orientales.
Oriente y Occidente en Sevilla. Buenaventura tiene en Sevilla iglesia propia con una larga y convulsa historia. También tuvo un ciclo de pinturas de Zurbarán . Una magna historia que se perdió por Europa gracias a los ladrones del arte. Otra historia más para la ciudad más saqueada de Occidente. Menos mal que su iglesia se salvó. Se fundó como una especie de apéndice de la Gran Casa Grande de los franciscanos de Sevilla, el convento de San Francisco, hoy desaparecido y sólo recordado por la Plaza conocida como Nueva. Novedad de un par de siglos. Se salvó San Onofre y se embutió en la telefónica; se salvo la iglesia de San Buenaventura y llegó a ser mutilada. Pero sobrevivió. Fue una iglesia y una casa pensada como centro de enseñanza de la orden franciscana y logró atesorar importantes obras de arte. El templo se debió iniciar hacia 1620 bajo la dirección de Diego López Bueno, uno de esos grandeS creadores del arte sevillano condenados al olvido. Será que no hizo imágenes de Semana Santa... Y, aunque los franceses hicieron de las suyas, ni incendios, ni desamortizaciones ni reformas de la zona pudieron con el lugar. Hoy se mantiene y tiene confitería propia...dos nombres fusionados, como las cofradías, dos rincones con sus obras de arte... Frente a las torrijas está un iglesia con retablos barrocos de Osuna, Inmaculadas muy “sevillanas”, relieves de López Bueno, tallas barrocas, yeserías de Herrera, algo de Montañés, pinturas de frailes... incluso hermandad de penitencia con Virgen que también toma prestado al santo del día. Brillo franciscano en una iglesia poco convencional que aguantó las reformas de 1820 por la que eliminaron una de sus naves laterales para abrir una calle. El urbanismo frente al patrimonio. Sevilla en duelo a garrotazos. Una iglesia tullida. Pero hermosa.
También las minusválidas son bellas...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

San Buenaventura y su horno, el primero de una saga que ha llenado a Sevilla de cafeterías de diseño y maderas nobles donde te cobran dos euros por una café y media tostada (¡que barbaridad!) y donde se dispensa el aceite en cubículos opacos de metal que a saber que fauna convivirá en ellos.
Mientras Sevilla se llenaba de “hornos”, Triana para contrarrestar, se despoblaba de los suyos; Santa Ana, Santa Isabel, Concha la sorda, santas trianeras que conseguían la cópula perfecta entre el barro y el fuego para parir los más bellos y armoniosos cacharros alfareros.
Ya no humean los hornos en Triana, los nuevos ricos venidos al barrio no soportaban ver sus chimeneas elaborando arte cada tres o cuatro días a la caída de la tarde.
Dijo el alcalde que levantaría un museo a la cerámica en el barrio, hasta la fecha no se ha encargado ni el letrero, en cambio te instala un monumento en el que un niño aparece muy contento por haber conseguido una entrada para Eindhoven sobre un pedestal lleno de carteles de frutería en el que sólo falta uno que diga ; vendo Ford Fiesta o alquilo piso en Santa Cecilia.
San Buenaventura estará mutilada, pero tiene su horno. A Triana la descuartizan a diario ante el beneplácito de la afición.
A Maria Dolores de la Santísima Trinidad no se le pueden hablar de estas cosas porque se pone de muy afligida. Ella sufre con todo esto, y más aun en estos días que se acercan donde la memoria vuelve refrescarnos los recuerdos de lo que se fue y no vino.

Enrique Henares dijo...

Lo malo de este santo es que nos quitó nuestro santo del día 15 a los Enrique. Yo pese a todo soy de los antiguos, me sigue sin gustar el día 13.

el aguaó dijo...

Querido Rascaviejas, siempre me ha fascinado la que llamas iglesia manca, pues se puede decir que, junto a San Onofre, es lo único que queda del Convento Casa Grande de San Francisco.

Una excelente entrada, como siempre.

Un fuerte abrazo amigo.