"Un día cualquiera de un año ya olvidado nació en una casa que había en un lugar un niño como todos los demás niños. pasado el tiempo vivió, amó y sufrió como todos los demás hombres. Y, como todos los demás, también fue feliz algunas veces. No preguntéis su nombre, porque los nombres se olvidan". Aunque aquel nombre supuso la razón de la existencia de otra mujer. Se conocieron, el tiempo los acercó y el tiempo los hizo amarse. Sus cuerpos fueron uno. Y hasta crearon otros cuerpos. Tiempo de felicidad al que siguió un tiempo de carencias . Y de soledades. Y de abandonos. Y hasta de muerte, sólo la corporal. Porque las almas, a pesar de las debilidades de los cuerpos, siguen habitando rincones de olvidos... Antes de morir su cuerpo, aquel hombre pensó en donar sus restos a la ciencia. Firmó un consentimiento, como en las bodas. Su cuerpo fue plastinizado. Lo cortaron en rodajitas y le dieron un barniz de los del taller de su abuelo. ¡Ay, si lo hubiera sabido...!. Sus manos fueron expuestas jugando al baloncesto, el corazón que tanto amó fue expuesto en otro cuerpo porque no cabía bien en el suyo, sus piernas se expusieron bailando flamenco y su cerebro fue colocado jugando al ajedrez. Siempre había odiado el deporte, le había aburrido el ajedrez y había detestado la Feria. El doctor Frankenstein que lo cortó en rodajas no fue detenido y se atrevió a decir que había que "democratizar la anatomía". Para ver sus rodajas en el Casino de la Exposición de Sevilla hubo que pagar. No protestaron ni antitaurinos, ni defiendefocas ni firmantes del pacto por el lince. Un gran cartel decía a la entrada: Bienvenido a Bodiguorl, un viaje por el corazón
Hay muertos que deberían cagarse en otros muertos...
5 comentarios:
Compañero, tenía yo ganas de escribir sobre esto, pero tú lo has dicho todo. Prefiero al body el poema de Bécquer, "Qué solos se quedan los muertos", que tenía más respeto por los que fueron. Un abrazo
Vamo, vamo, es como si yo me muero, dono mi cuerpo a la ciencia y me entero que me ponen una camiseta der Beti y me pasean por el mundo.
Me voy a echá un vaso que de pensarlo me puesto malo...
Moe, igual te ponían metiendo goles...
Manipulación de cuerpos en vida y después de la muerte. Nada nuevo bajo el sol. Lo triste es esa banalización, ¿por qué todo tiene que ser un espectáculo? El dolor, el sufrimiento, la vida, la muerte...
la Preslei está más plastinizá que uno de estos, me juego un güevo para que lo plastinicen y hagan una bola de billar... la nº8...
vi esta exposición en Londón en el año 2001 y entonces sí que fue un pelotazo...
colocaron a un obitado en la puerta de una discoteca de Regent Street con un portero negro vestido con un loden hasta los tobillos...
aquello parecía la entrada al castillo del terror...
sólo faltaba el lagarto ese que balancea a una muchacha con una teta fuera por un descosío...
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