22.2.09

22 DE FEBRERO. ITÁLICA SEGÚN THÉOPHILE GAUTIER (1845)


“Un puente de barcos une las dos orillas y pone en comunicación los arrabales de la ciudad. Por aquí es por donde se pasa para visitar, cerca de Santi-Ponce, los restos de Itálica, patria del poeta Silio Itálico, de los emperadores Trajano, Adriano y Teodosio. Se ven allí las ruinas de un circo, que conservan bastante claramente su forma. Las fosas donde eran encerradas las fieras, las celdas de los gladiadores, son perfectamente reconocibles, así como los corredores y las gradas. Todo esto está construido con guijarros dentro de la masa. Los revestimientos de piedra han sido probablemente arrancados para servir a construcciones más modernas, porque Itálica ha sido durante mucho tiempo la cantera de Sevilla. Algunas habitaciones han sido descombradas y sirven de asilo, durante las horas de más calor, a unos rebaños de cerdos de color oscuro que gruñiendo se ponen a salvo entre las piernas de los visitantes, y son hoy la única población de la antigua ciudad romana. El vestigio más entero y más interesante que queda de todo este esplendor desaparecido es un mosaico de gran dimensión que han rodeado con muros y que representa musas y nereidas. Cuando se reaviva con agua, sus colores aparecen aún brillantes, aunque por codicia se la hayan arrancado las piedras más preciosas. También se han encontrado, entre los escombros, algunos fragmentos de estatuas de un estilo bastante bueno, y nadie duda de que unas excavaciones hábilmente dirigidas no dejarían de aportar descubrimientos importantes. Itálica está aproximadamente a legua y media de Sevilla, y, en calesa es una excursión que se puede hacer muy fácilmente en una tarde, a manos que no sea un anticuario apasionado, y que se quiera mirar una por una todas las viejas piedras en las que se sospecha que pueda haber una inscripción”.

3 comentarios:

Rascaviejas dijo...

Ruinas romanas como criadero de cerdos, antiguos conventos agustinos criando puercos, iglesias barrocas como lugar de reunión de asociaciones, monasterios como fábrica de cristales, antiguos conventos ocupados por cervecerías, iglesias mudéjares con luces de neón en las fachadas, retablos vendidos como material de acarreo para hacer fuego, domus romanas con miradores de playas privadas en sus espaldas... Ésta es la ciudad. ¿Podrían hacer un ejercicio de futurismo e imaginarse el destino de esos edificios y de esas plazas que se caen?

del porvenir dijo...

Yo me quedo con Rodrigo Caro
Estos, Fabio, ¡ay dolor!, que ves ahora
campos de soledad, mustio collado,
fueron un tiempo Itálica famosa...

Cualquier día un vate local podría echar la pata p´alante y hacer algo por el estilo:
Esto Pepe (mismo), ¡ay dolor!, que ves ahora
pavimento de mojón, parque asqueroso
fueron un tiempo Sevilla famosa...

Más vale reirse, que hoy comienza la Cuaresma.
Un abrazo y felices visperas que hoy comienzan.

Rascaviejas dijo...

memento homo... pues sí, más vale reírse...