“Está muy arraigada en Sevilla la
devoción del Santo Rey Hermenegildo, de cuya vida y glorioso martirio se
refiere tanto que el ser su rey y señor natural y tan gran mártir enciende los
ánimos de los vecinos de Sevilla con demostraciones particulares y la
reverencia del lugar de su cárcel y la memoria piadosa de su intercesión venida
de padres a hijos, aún antes de ser ganada Sevilla... Se ha continuado una
estación de notable y gran antigüedad y tradición conservada en los devotos
corazones de las mujeres de Sevilla que la frecuentan y tienen noticias de los
innumerables milagros que por ella el cielo ha obrado, por los fieles que con esta oración se han
encomendado, cuya ocupación y ejercicio es como sigue:
Rezar
ciento cincuenta Avemarías y quince avemarías y quince paternóster ofrecidos a
la Santísima Pasión de Nuestro Señor Jesucristo y a la Virginidad de la
Purísima Virgen sin mancha, San Hermenegildo, San Leandro, San Isidoro, Santa
Justa y Rufina y los demás santos patronos de Sevilla. La cual estación se hace
en siete viernes y se visita en cada uno de estos días una iglesia. La primera,
la Iglesia Catedral, en la capilla de Nuestra Señora de la Antigua. La segunda
en la ermita que es ahora Parroquia de San Bernardo, en el campo, de quien es
cierto que junto a ella estaba el cementerio en que en tiempos de moros se
enterraban los cristianos que fallecían en Sevilla. La tercera en el prado de
las Santas Vírgenes Justa y Rufina, cerca del monasterio de la Santísima
Trinidad, por lo que se cree que allí están sus benditos cuerpos sepultados. La
cuarta en la torre que ahora es iglesia magnífica de San Hermenegildo. La
quinta en la capilla del Santo Crucifijo de San Agustín en memoria de los
Santos prelados arzobispos de Sevilla, que en aquella parte del campo están
sepultados. La sexta en la iglesia o Parroquia que es de San Esteban y por
tradición y otras señales se afirma haber sido mozárabe y que en ella tenían
sus oraciones los cristianos en el tiempo de la cautividad de Sevilla. La
séptima en la iglesia de Santiago el Viejo, que ahora es parroquia, que
asimismo fue mozárabe, en el mismo tiempo allí se ofrece lo que les parece y se
sienten grandes socorros del cielo rezando la misma oración que en las otras estaciones...”.
Iglesia de Santiago. Última estación.
Hoy abre porque está allí el jubileo circular. No te dio tiempo a hacer las
otras estaciones. Tenías descargas atrasadas, partidas del Final Fantasy por terminar, torneos abiertos del Pro Soccer (o cómo se llame), nuevas
identidades que crear en el Tuenti y
limpieza general de archivos en el Outlook.
Total, San Hermenegildo era un golpista...
Ya podían inventar un
juego de las estaciones sevillanas para la wii...
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